Antonio González Vázquez
Sin temor a contradecir la historia, Enrique Francisco Galindo Ceballos recordó ayer “cómo fue una de las detenciones más importantes que yo he hecho en mi vida: cuando yo detuve al Chapo Guzmán”.
En su mensaje durante el arranque del Operativo Diciembre Seguro 2024, en sus propias palabras, se remontó a “mis experiencias policíacas de toda la vida” y pasó a explicar el concepto de San Luis Potosí como “ciudad amable”.
Tiene origen en el Cuerpo Nacional de Policía de España que, dijo es la institución más querida de ese país, incluso por encima de la iglesia o de la corona: “la gente quiere más a su policía que al Rey o la Reina o a la iglesia católica”.
Intrigado, se puso a investigar el tema y resulta que platicó con un policía español y éste se lo explicó: “yo me dije, esto un día se lo voy a compartir a mis compañeras y compañeros de la policía para que me ayuden a ser así”.
La diferencia, subrayó en tono elocuente, es la amabilidad.
“Los policías españoles hacen sentir a la gente que realmente la cuidan. En México, por años al policía le tenemos miedo, el policía cuestiona, el policía llega con alguien y aunque no esté haciendo nada lo cuestiona, ¿qué estás haciendo?, ¿por qué estás aquí?, y los otros policías, lo que quisiera que fueran los míos es cuidar verdaderamente a la gente. Cuidar quiere decir saluda, buenos días, cómo está usted, buenos días, se le quedó la bolsa, buenos días, su celular, buenos días, dejó abierto el coche, buenas tardes, sabe usted, la calzada Guadalupe es segura, transite usted, buenas noches, venga por la Alameda, la voy a acompañar a la familia entera para que se sientan seguros. La amabilidad en un rol de policía que se solidariza con un ciudadano. Hoy les pido que en este diciembre pongamos en práctica esto”, subrayó Galindo.
Y prosiguió: “A mis compañeros de Vialidad a los que siempre alabo, les pido que antes de sacar el talonario de infracción saquen el saludo, buenos días, me pasé el alto, platíqueme porqué, pues porque traigo prisa, luego hay gente intransigente, con ellos, la multa o el que abusó o el que ofendió a un policía, lo que corresponda; no estoy diciendo que se sometan a nada, la ley es la ley, el reglamento es el reglamento, pero hasta para eso hay que ser amables, hasta para decir que no, para infraccionar, para sancionar, para detener se vale ser amables”.
Entusiasmado por su propia verborrea, solicitó al secretario municipal de Seguridad, Juan Antonio Villa Gutiérrez que le organice una reunión con las y los policías para platicarles “cómo fue uno de los operativos más importantes que yo he hecho en mi vida”.
“Fue en el marco del respeto a la ley y hasta por eso creo que por eso hoy soy alcalde y me refiero a…lo puedo decir, sí verdad, cuando yo detuve al Chapo Guzmán, pues nada más en el marco de la ley, no había que hacer nada más y esa amabilidad llevó a México a ser la mejor noticia en la historia en materia criminal porque se trató sin violencia, no murió nadie, no pasó nada y la policía se llenó de honores”.
A unos metros del presidente municipal, su jefe de prensa, Eduardo Marceleño Alonso no ocultaba su sorpresa al exhibir gesticulaciones de preocupación, de modo que abría levemente la boca, luego fruncía el ceño como con un gesto de desaprobación para después de plano bajar la cabeza.
Parecía denotar con su comunicación no verbal que el alcalde revelaba fervientemente algo que no debía resultar del todo inconveniente.
Al director de Comunicación social del ayuntamiento no le faltaban razones para preocuparse de los dichos de su jefe.
En la detención de Joaquín Guzmán Loera durante la mañana del 22 de febrero de 2014, participaron elementos de la Secretaría de Marina, colaboraron agentes de primer nivel del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos y de la Administración de Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos.
La captura del entonces poderoso narcotraficante se logró en el marco de la Operación Gárgola, encabezada por la Marina y la DEA, instancias que diseñaron y operaron exitosamente la estrategia de inteligencia. La Policía Federal, cuyo Comisario General era Enrique Galindo tuvo una intervención secundaria. Versiones periodísticas revelaron en aquel entonces que la DEA desconfiaba de la Policía Federal.
Pero si Enrique Galindo dice que él detuvo al “Chapo” y “que es una de las detenciones más importantes que he hecho en mi vida”, será porque gusta de decir verdades a medias o mentiras completas.
Y quizás sea una buena idea que comparta con las y los policías capitalinos alguna otra de sus acciones de cuando fue Comisario de Policía Federal, pues hay casos en los que la amabilidad no fue precisamente lo más destacado.
El 29 de agosto de 2016, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó la destitución de Enrique Galindo Ceballos como Comisario de la Policía Federal. Fue despedido luego de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio a conocer su Informe Especial sobre los hechos ocurridos el 22 de mayo de 2015 en Tanhuato, Michoacán.
La CNDH acusó a la Policía Federal de ejecutar arbitrariamente a 22 personas.
“En el marco de los hechos recientes y por instrucciones del presidente, Enrique Galindo se ha separado de su cargo”; anunciaba el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
Desmemoriado, el alcalde pidió ayer a sus policías “amabilidad y atención” al ciudadano, pues lamentó que en México “la gente se asusta cuando ve a la policía, por eso les pido que ustedes lleguen con una sonrisa, con amabilidad, hola cómo está, por aquí puede caminar, estamos para cuidarla, son frases claves que enamoran a la gente y yo quiero que la gente de San Luis se enamore de la policía”.
“Cuiden a la gente, no se trata de detener, no, es diciembre y les pido que este diciembre se convierta en el mejor diciembre para todos, para ustedes y para la gente y que digan: oye, me encontré un policía, qué amables son, me atendieron, me acompañaron, me sentí segura, practiquen el ejercicio de contacto directo con la gente de manera sencilla, alegres, contentos, amables, informen, platiquen, dialoguen”, exhortó en claro sentimiento navideño.
Y sin temor a la redundancia triunfalista, anticipó que “si todo sale bien, esta será la mejor policía de México al pasar de la policía dura y enérgica a la policía amable”.
El concepto de ciudad amable no es más que una campaña más de propaganda que nada tiene que ver con la realidad, tal y como lo fueron los lemas anteriores como el Sí en la PoliSía.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.