Por Victoriano Martínez
Cuando el exdiputado y exdirigente del PVEM, Eloy Franklin, vociferó el 7 de diciembre ante una casilla de la elección de Juntas de Participación Ciudadana (JPC) en el Barrio de San Sebastián y el gobernador Ricardo Gallardo Cardona lo secundó al acusar de avaricia al Ayuntamiento capitalino dejaron ver indicios de una batalla más de la politiquería electorera.
Atrás de aquel ataque a la casilla y de la declaración de Gallardo Cardona se daba una disputa, tan poco visible como el propio proceso de elección en curso, por lograr el control del mayor número de juntas de participación ciudadana, como en los viejos tiempos cuando eran un instrumento proselitista del PRI.
La Reunión de las Juntas de Mejoras de San Luis Capital, como la llamó Gallardo Cardona en su cuenta de Facebook, no es más que un capítulo más de esa disputa, y para que no quedara duda de que de eso se trató, no se tomó en cuenta al alcalde Enrique Galindo Ceballos, quien se supone que encabeza la autoridad con lo que, por ley, se coordinan esas JPC.
La de las JPC fue una elección que se dio con muy poca difusión y la información que se tiene sobre su desarrollo y resultados es igualmente escasa, a pesar de que la Comisión de Capacitación Electoral, Educación Cívica y Cultura Política del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana rindió un informe el 2 de enero y un complemento el 15 de enero.
Reportó que dieron acompañamiento y atención a 20 de 41 municipios en los que se debieron realizar procesos electivos de JPC. Es decir, 21 incumplieron.
De las 819 JPC que tenían que integrarse en 19 de los 20 municipios atendidos (Salinas reportó que realizará un proceso de elección extraordinario), hubo 18 casos en los que la elección se declaró nula. En el caso de Ciudad del Maíz ocurrió en las dos que tendrían que integrarse y el proceso se repuso el 5 de enero. 16 JPC se encuentra en espera de la elección extraordinaria.
Para el 13 de enero, salvo el caso de Salinas y los 16 casos pendientes, 18 municipios habían reportado sus resultados para que el CEEPAC pueda emitir los nombramientos. Se comenzaron a programar los actos de toma de protesta a los integrantes de las JPC.
En el caso de los municipios que realizaron sus elecciones de JPC buscar su control no es cosa menor: 819 organismos que pueden servir de enlace directo con la población para, con el pretexto de coordinar obras y acciones en favor de la comunidad, introducir elementos de proselitismo electorero es una gran tentación que, desde luego, genera avaricia.
Una avaricia de la que se contagió Gallardo Cardona y ahora la exhibe con la Reunión de las Juntas de Mejoras de San Luis Capital de la que excluyó a su previamente señalado como avaricioso… además de cambiar la estrategia para hacerse de ese tipo de organismos de control como lo planeaba.
Gallardo Cardona parece que así descarta la creación del nuevo mecanismo de participación ciudadana que anunció el pasado 12 de junio: el programa de “Comités del Apoyo Total” que decidirían qué obras se hacen en sus colonias y a quiénes se les entregan programas sociales. ¿Para qué el esfuerzo de crear toda esa estructura si se puede apropiar de las que ya están?
Tras considerar la reunión del gobernador con la JPC como “extraña”, Galindo Ceballos aseguró que más de 180 presidentas y presidentes cuestionaron por qué no fueron invitados.
“Bueno, si no invitaron al alcalde, mucho menos los iban a invitar a ellos”, expresó el alcalde como si le surgiera el avaricioso que señaló Gallardo Cardona y los más de 180 fueran de los suyos y sólo convocaron a los que no son de su grupo. La disputa por las JPC en su apogeo.
A pesar de eso, anunció que convocará a todas las JPC por ser su obligación legal y que no hará distinciones. De hecho, las tiene que convocar para la toma de protesta que, según los informes dados al CEEPAC, se tiene prevista tentativamente para el 20 de enero.
“La gente entiende que el que trabaja, el que tapa el bache, el que arregla la luminaria, somos nosotros como municipio. Confío en que esto no se politice y podamos seguir trabajando por el bien común”, dijo.
Una expresión que se podría traducir en un “el trabajo con las JPC le corresponde al Ayuntamiento, confío en que no nos quieran comer el mandado”, o lo que es lo mismo, “si no, nos las veremos en el terreno de la politiquería”.