¿Una “reactiva proactividad” como estrategia de seguridad?

Por Victoriano Martínez

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona aseguró que desde el mes de diciembre se puso en práctica en el Estado la nueva estrategia de seguridad que el gobierno federal presentó esta semana, por lo que se comenzó a dar prioridad a las acciones proactivas en lugar de a las reactivas.

“Desde el mes de diciembre hemos implementado esta estrategia. Se llevó a cabo una primera reunión previa a la nacional con las y los alcaldes para trabajar bajo los mismos esquemas: modificar las estrategias, generar acciones proactivas y ya no reactivas, así como fortalecer las instituciones para atender de manera efectiva los problemas de seguridad”, aseguró.

O aún no se tenía claridad sobre qué acciones proactivas se debieron poner en práctica o no se aplicaron correctamente. El hecho es que la nueva estrategia no se reflejó en la incidencia delictiva reportada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, dado que el mes de diciembre registró un nivel similar durante los cuatro diciembres que lleva Gallardo Cardona al frente del gobierno estatal.

En diciembre de 2021, se registraron en el Estado 4 mil 514 delitos. Para el año siguiente la cifra fue de 4 mil 529, un ligero aumento de 15 casos más. En 2023, la incidencia delictiva fue de 4 mil 208 delitos, la menor en lo que va del sexenio. En tanto que para el pasado mes de diciembre, el número de caso volvió a aumentar a 4 mil 527 delitos.

Una acción proactiva tiene un carácter anticipatorio, es decir, preventivo. La afirmación de que desde el mes pasado se iniciaron las acciones proactivas requiere, por parte del mandatario, que dé a conocer en qué consistieron, cuáles fueron sus alcances y la población de qué manera se puede sentir más segura.

El hecho de que este mes de diciembre hayan ocurrido 319 delitos más que en diciembre de 2023, un aumento del 7.58 por ciento, no es un buen indicador de mejora en la seguridad de la población, lo que se agrava si se toman en cuenta hechos de alto impacto como el asesinato de un alcalde o el registro de prácticamente una desaparición diaria en el inicio de año.

Entregar, a través de la Secretaría de Finanzas, un donativo-apoyo-crédito fast track a un emprendedor por haber sido víctima de un robo, ¿es parte de las acciones proactivas o es una acción reactiva?

Como carece del carácter anticipatorio, es decir, preventivo y, como justificó la Secretaría de Finanzas, “busca resarcir el daño causado y apoyar a un emprendedor cuyo esfuerzo contribuye al desarrollo económico del estado”, fue una acción totalmente reactiva.

“Con acciones como esta, reafirmamos nuestro compromiso con la justicia, el emprendimiento y la seguridad en San Luis Potosí. ¡Seguimos trabajando por una mejor calidad de vida para todos!”, aseguró la Secretaría de Finanzas en su publicación en Facebook.

Si una golondrina no hace verano, una acción como esa no reafirma su compromiso ni con la justicia ni con el emprendimiento ni con la seguridad y mucho menos deja ver que trabajan “por una mejor calidad de vida de todos”, porque sólo en diciembre la Fiscalía General del Estado recibió 81 denuncias por robo a negocios.

Si de lo que se trató es de “resarcir el daño causado”, no sólo los 81 negocios que denunciaron robos en diciembre, sino las 24 mil 485 victimas de delitos patrimoniales denunciadas durante el 2024 tendrían que recibir una expresión de su compromiso con la justicia como esa. Son 24 mil 485 razones, sólo en 2024, que desmienten su compromiso y lo vuelven un burdo privilegio.

Y si no es un privilegio, ¿entonces hasta el alcalde Enrique Galindo Ceballos tiene derecho a formarse para que también le den una prueba de su compromiso con la justicia y busquen resarcirle el daño provocado por el robo a la caja recaudadora de la colonia Alamitos?

Si son reactivas o son proactivas las estrategias de seguridad, si por una reactiva proactividad se anticiparon a aplicarlas, si se involucrarán los ayuntamientos o los marginarán porque su alcalde no asistió a una reunión son cosas que sobran en tanto la incidencia delictiva no ceda y los crímenes de alto impacto continúen.

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