Antonio González Vázquez
En San Luis Potosí los partidos políticos representan a una casta privilegiada que goza insaciablemente del presupuesto público que para este año alcanza la escandalosa cantidad de 165 millones 161 mil 021 pesos.
Quienes los integran, se figuran como una élite por encima de la ciudadanía a la que apelan únicamente cuando piden y hasta le reclaman el voto, de modo que utilizan a la población en aras de mantener su periódica lucha por conquistar el poder.
Sin importar su enorme descrédito se promocionan y venden como si fuesen productos sin los cuales no habría democracia. En los hechos, detestan los valores democráticos que tanto pregonan.
Basta revisar los recientes procesos internos para elegir dirigencias locales en los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista de México y Movimiento de Regeneración Nacional.
El PRI y el PAN reeligieron a sus dirigencias en procesos viciados, diseñados como trajes a la medida de Ma. Sara Rocha Medina y Verónica Rodríguez Hernández, respectivamente. Ambas cerraron las puertas a elecciones abiertas a la ciudadanía o a su militancia, para resultar reelectas en asambleas de sus consejos estatales.
La priista y la panista se aprovecharon de sus cargos para alcanzar posiciones de representación popular: Rocha Medina se colocó como primera en la lista de diputaciones plurinominales locales, mientras que Rodríguez Hernández fue impuesta como candidata al Senado y en las elecciones obtuvo la de primera minoría.
Paradójicamente, las dos ganaron, aunque sus partidos perdieron las elecciones constitucionales del 2 de junio de 2024.
Movimiento Ciudadano reeligió a Marco Antonio Gama Basarte como su presidente hasta 2027 sin adversario. Fue una decisión de su consejo y de la dirigencia nacional.
Con semejante descaro, el PVEM simplemente anunció que el ex secretario de Desarrollo Social y Regional de Gobierno del Estado, Juan Ignacio Segura Morquecho fue electo nuevo presidente sin haber realizado un proceso interno.
En Morena, José Grimaldo López fue electo Secretario General en cónclave del Consejo Estatal. Sabrina Núñez que aspiraba a ese cargo calificó el proceso como un “cochinero”, un acto mayúsculo de incongruencia al abrir las puertas a un ex priista que antes de ingresar al partido guinda, había pasado por Nueva Alianza.
En sus procesos internos destrozan y pisotean la democracia, hacen oídos sordos a las exigencias de participación de su militancia, tuercen a conveniencia sus estatutos y reglamentos, se hacen trampa entre ellos, grillan unos contra otros impulsados por su inconmensurable ambición.
Así son los partidos y sus dirigentes, tan falsos como hipócritas, tan demagogos como simuladores, tan cínicos que forman una clase nefanda y perversa; reducen la política a politiquería de bajísimo nivel.
Lidia Argüello Acosta perdió la elección de la nueva dirigencia estatal del PAN, la asamblea electiva del Consejo Estatal fue la culminación de un proceso plagado de irregularidades desde su origen. Sin chistar, ha referido que “aparte de trompudos, cochinos”.
Por eso, la reelección de la senadora Rodríguez Hernández está en vilo en el Tribunal Electoral del Estado, es posible que se caiga del cargo al que la impulsó su aliado principal, el también senador y ex dirigente nacional del blanquiazul, Marko Cortés Mendoza.
Según el Instituto Nacional Electoral, “los partidos políticos son entidades de interés público con personalidad jurídica y patrimonio propios. Tienen como fin promover la participación de la sociedad en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso al ejercicio del poder público”.
En su actividad y convivencia diaria, los partidos desdicen lo anterior para convertirse en grupúsculos que ambicionan acumular poder y riqueza.
El pasado miércoles, El Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana aprobó la distribución del financiamiento público correspondiente al ejercicio fiscal 2025, a que tienen derecho los partidos políticos en el estado.
De acuerdo con el monto autorizado, se repartirán 441 mil 095 pesos cada 24 horas durante los 365 días de este año.
161 millones de pesos para ocho partidos políticos, un dineral para dirigentes e instituciones que no cuentan con la confianza de la ciudadanía.
Según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 71 por ciento de la población de 18 años y más no confía en los partidos políticos.
El rechazo social se lo ganan a pulso, aunque eso les tiene sin cuidado. Con 161 millones de pesos a repartirse, lo que de ellos piense la población es una de las mil cosas que les da igual.
El organismo local electoral informó que los recursos se distribuyen de forma equitativa en un 30 por ciento y de forma proporcional al porcentaje de votos obtenidos en la elección inmediata anterior el 70 por ciento.
Por eso, el PVEM y Morena son los que recibirán más, 44 millones 213 mil 007 y 32 millones 628 mil 038 pesos, respectivamente.
Les siguen el PAN, 26 millones 756 mil 701 y el PRI, 17 millones 821 mil 023 pesos. Luego, MC, PNA y PT, con 16 millones 648 mil 633, 12 millones 496 mil 148 y 10 millones 872 mil 034 pesos, para cada uno.
El PRD que perdió el registro nacional y lo mantiene con pinzas el estatal, recibirá 3 millones 716 mil 122 pesos.
Partidos y dirigencias con la cartera a tope de dinero público para que continúen haciendo politiquería.
Recientemente, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció que durante el transcurso del año se abrirá el debate nacional para una futura reforma electoral de fondo. Consideró que un tema prioritario a analizar y discutir será el del financiamiento público a los partidos.
Para este año a nivel nacional recibirán 7 mil 354 millones 266 mil 504 pesos. Ese monto estratosférico es lo que representa el negocio de los dirigentes de los partidos políticos. Reducirlo es una obligación ante las carencias en que viven decenas de millones de personas en el país.
No más dinero público a las élites privilegiadas de esas franquicias llamadas partidos políticos.
Existe un cúmulo de historias que ilustran la podredumbre que impera en la clase política, por ejemplo, hace unos días fue detenido el ex diputado local y ex presidente municipal de Ciudad Valles, Rómulo Garza Martínez en el marco de las investigaciones del gobierno de Tamaulipas contra el ex gobernador panista Francisco Cabeza de Vaca por un presunto desvío de recursos.
Hay muchos casos más en nuestro estado, ya sea recientes o del pasado, tantos para escribir un libro.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.