Pedir peras al olmo

Antonio González Vázquez

En el marco de la guerra comercial de los Estados Unidos contra México, el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona tiene la invaluable oportunidad de dar un viraje a su particular estilo de gobernar. Se avecina una crisis de dimensiones inéditas para el país y San Luis Potosí. El impacto será brutal.

Por la tarde del sábado, luego de que el presidente Donald Trump firmaba la orden para imponer aranceles de 25 por ciento a las mercancías de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo exigió respeto a Estados Unidos.

De inmediato, las y los 32 integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores, expresaron su respaldo y unidad a la presidenta ante las medidas arancelarias impuestas.

“La imposición de aranceles a productores mexicanos no solo perjudica a nuestra economía, sino que también gravemente a Estados Unidos de América, dañando a trabajadores y empresas de ambos países, interrumpiendo cadenas de suministro esenciales y poniendo en riesgo la competitividad de América del Norte.

Las relaciones entre nuestras naciones deben basarse en el respeto, el diálogo y la cooperación, no en descalificaciones infundadas ni en políticas que afectan a nuestras economías y a millones de ciudadanos en ambos lados de la frontera”.

Esas líneas llevan la firma del gobernador potosino.

Luego, en sus redes sociales, escribió: “Hoy más que nunca defendemos nuestra soberanía, México es un país trabajador y lleno de oportunidades. Hoy nos unimos al llamado de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y daremos todo el apoyo y respaldo desde San Luis Potosí. ¡Que viva México!”.

Después de ese mensaje, difundió un video clip de Los Tigres del Norte que aparecen en escena junto a Zack de la Rosa, guitarrista y voz de la banda de rock Rage Against The Machine. Interpretan “Somos más americanos”.

La canción representa una dura crítica a la política anti inmigrante de los Estados Unidos: “los migrantes somos más americanos que los hijos del anglosajón… y aunque le duela al vecino somos más americanos que todititos los gringos”.

México está bajo ataque norteamericano con una guerra comercial que economistas europeos y estadunidenses califican como la “más tonta e inútil de la historia”.

Estamos en el umbral de una crisis que, en el peor de los augurios puede provocar una recesión de gravísimas consecuencias para la mayoría de la población.

Vienen tiempos difíciles para todos y habrá que enfrentarlos con estrategia, entereza y convicción democrática. Así lo está haciendo Claudia Sheinbaum.

El gobernador dice que apoya a la presidenta, sin embargo, el tamaño del desafío que se presenta ahora con la guerra comercial, obliga a que el respaldo no se limite solamente a pronunciamientos, sino que vaya a los hechos.

La mejor manera de apoyar a la presidenta ante la embestida del país más poderoso del mundo es con un buen gobierno. Uno que escuche y atienda a la gente, uno que solucione y no ponga pretextos, uno que vele por toda la ciudadanía y no solo por los ahijados.

Ha llegado el momento de dar vuelta a la tuerca y transformarse en un gobierno auténticamente cercano a los valores y principios de la cuarta transformación.

Un gobierno humanista y no uno que rezuma rencores y odio.

San Luis Potosí necesita ese cambio y Gallardo tiene aún tres años para mostrar que sí puede ser diferente a lo que hasta ahora ha mostrado.

Se requiere, entre otras cosas, de sepultar el gobierno de los caprichos y ocurrencias en obras y acciones que han ofendido a la sociedad.

Dejar atrás la nefasta estrategia del pan y circo que solo sirve para crear la fantasía de que todo es alegría y felicidad.

Desterrar el culto a la personalidad del mandatario, construido con recursos públicos incuantificables y que se ha hecho extensivo a su esposa, la senadora Ruth Miriam González Silva.

Eliminar de la narrativa oficial la amenaza, el acoso y hostigamiento para quienes son críticos al gobierno.

La palabra del gobernador debería honrar a la institución que representa, basta de palabras soeces, no decir sandeces y vulgaridades a la menor oportunidad.

Dotar de cierta dignidad a los programas alimentarios porque a los beneficiarios se les trata como masa electorera. Ese clientelismo es vulgar: quienes reciben una despensa merecen respeto y solidaridad, no migajas de su gobierno.

Estamos en un momento puntualmente dramático de nuestra historia reciente y, la presidenta de México, las y los gobernadores, las y los senadores y las y los legisladores federales y locales tendrán que reflexionar cada cosa que se haga.

En el caso de Gallardo Cardona, su apoyo a la presidenta se puede traducir en algo muy sencillo: gobernar bajo los postulados de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

Se estima que el golpe a la economía nacional será de 2 puntos del producto interno bruto y que caerían las exportaciones a niveles históricos. Esto tendrá sus implicaciones propias para San Luis Potosí y el gobierno actual como lo conocemos, a decir verdad, no está preparado ni tiene idea de lo que se viene.

La eventual caída de la inversión extranjera o el desplome de las exportaciones, la pérdida de fuentes de empleo, no se resolverán con espectáculos masivos en la Arena Potosí con todo y boletos gratis.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.


Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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