Segunda marcha por Daniela y la voz de los que buscan

Texto y Fotografías por: María Ruiz

La capital potosina fue testigo de un nuevo grito de exigencia. Un mes después de la desaparición de Daniela Martel Orozco, su familia volvió a marchar, pidiendo avances en la investigación y que su caso no se archive como tantos otros. Pero no marcharon solas. A su lado, otras familias que han vivido el mismo dolor alzaron la voz.

Entre ellas estaba María Consuelo, con el rostro cubierto de angustia y las manos aferradas a la fotografía de su sobrino Jenaro de Jesús Puente Contreras, desaparecido hace casi un año en Bocas. A su lado, su hermana, la madre de Jenaro, sostenía una pancarta con su rostro y la fecha en que lo vieron por última vez. Dos mujeres unidas por el mismo vacío, por la misma exigencia: que sus seres queridos no sean olvidados.

Un mes sin Daniela: La lucha contra la revictimización

A 31 días de su desaparición, la familia de Daniela sigue esperando respuestas. “La Fiscalía solo repite lo que ya sabemos, no han dado avances significativos”, denunciaron. A su indignación se suma la preocupación por la revictimización que han sentido por parte de las autoridades.

“La primera declaración de la Fiscalía estuvo llena de fallas. Dijeron que su desaparición estaba vinculada a la venta de drogas. Luego, no retractaron. Ahora incluyen una denuncia previa por violencia familiar, pero seguimos sin saber dónde está Daniela”, expresaron sus familiares.

Por ello, piden que el caso sea investigado con perspectiva de género y no bajo líneas de investigación que desvíen la atención de lo verdaderamente importante: encontrarla.

“El antecedente de violencia podría ser crucial para su paradero y el rumbo de la investigación. Eso da otro panorama de las circunstancias en las que desapareció y que por ello, pudimos, a la fiscalia investigue el caso con perspectiva de género “.

También exigieron que las autoridades cumplan con su labor y que Daniela no sea olvidada.

“Estamos ante un panorama preocupante de desapariciones, en donde las mujeres y conductores de plataforma cada vez se suman más a las listas de personas no localizadas. Esta marcha es un llamado para poner la problemática sobre la mesa y que las autoridades hagan algo”.

En cuanto al proceso legal, la familia informó que la Fiscalía General del Estado les permitió ver la carpeta de investigación por un par de horas, pero aún están esperando que les entreguen una copia, lo cual es su derecho como víctimas. “La Fiscalía se comprometió a proporcionarnos esas copias y estamos a la espera de recibirlas”, declararon.

La ausencia de Jenaro: un dolor que no se apaga

Mientras las consignas por Daniela resonaban en las calles, la familia de Jenaro marchaba con el mismo clamor. Su madre avanzaba en silencio, con la mirada fija al frente, sosteniendo con fuerza la imagen de su hijo.

“Era un buen muchacho, responsable, querido por muchos”, decía su tía. Jenaro tenía 22 años, le gustaba jugar fútbol y ayudar a sus amigos. Su vida cambió el 22 de marzo de 2024.

“Ese día estaba en su local cuando llegaron hombres armados, preguntaron por él y se lo llevaron. Mi hija estaba ahí, la obligaron a mirar al suelo. No podía moverse”, relató su tía, reviviendo el terror de aquella tarde.

Desde entonces, su familia no ha tenido noticias. “Hemos denunciado, pero la Fiscalía no nos da respuestas. Nos dicen que han buscado, pero no saben nada”.

Lo único que pide su madre es saber qué pasó con él. “Es como estar muriendo cada día. No tengo paz, no tengo tranquilidad. Solo quiero encontrar a mi hijo”.

Una marcha que busca despertar conciencias

El contingente siguió avanzando a lo largo del Centro Histórico, sin detenerse en ninguna institución, en un caminar de conciencia ante una sociedad que parece indolente al ver los rostros de los desaparecidos en las pancartas y escuchar el eco de sus nombres en las calles.

Porque, aunque el tiempo pase, sus familias no dejarán de buscar. Porque su lucha es más grande que el miedo. Porque la justicia no puede seguir esperando.

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