Texto y fotografías de Desiree Madrid
A cuatro días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) comenzó a cubrir con tablones de madera las ventanas y puertas del Edificio Central, en previsión de las manifestaciones del 8 de marzo.
Esta acción, que se ha vuelto común en los últimos años, responde a los actos de protesta que se llevan a cabo durante la marcha.
Entre las expresiones más significativas de la manifestación se encuentran la quema de la puerta principal del edificio, la ruptura de vidrios y la pinta de consignas; acciones que forman parte de la iconoclasia, un recurso utilizado para resignificar espacios y visibilizar demandas sociales.
El blindaje de inmuebles previo a estas fechas no es exclusivo de la UASLP; otras instituciones y dependencias gubernamentales han implementado medidas similares tanto para el 8 de marzo como para el 25 de noviembre, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer.
Sin embargo, este año la UASLP es la primera en tomar estas medidas, lo que marca el inicio de los preparativos para la marcha.

El recorrido de la manifestación comenzará en la Alameda Juan Sarabia, desde donde avanzará hacia la Fiscalía General del Estado. Posteriormente, llegará al Memorial Carlos Montemayor en la Plaza de Armas y concluirá en la Plaza Fundadores, ubicada frente al edificio central de la UASLP, epicentro de muchas de las expresiones de protesta en años anteriores.
La iconoclasia, presente en estas manifestaciones, se define como la destrucción o intervención de imágenes y espacios con el objetivo de apropiarse del espacio público y resignificarlo.
A través de estas acciones, los colectivos buscan generar un impacto visual que cuestione los símbolos tradicionales y visibilice las exigencias del movimiento feminista, como el acceso a la justicia, la erradicación de la violencia de género y el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
Mientras el Estado y las instituciones se preparan para la marcha, diversos grupos feministas han reiterado que estas expresiones surgen del hartazgo ante la impunidad y la falta de respuesta ante la violencia contra las mujeres.
En este contexto, la jornada del 8 de marzo en San Luis Potosí se perfila como una de las más significativas en los últimos años, en un estado donde los casos de violencia de género aún son una preocupación constante.