Carlos Rubio
La reforma antinepotismo de Claudia Sheinbaum es un candado más para terminar con los cacicazgos instalados sobre todo en los municipios más pequeños de los estados. Sin embargo, hay de cacicazgos a cacicazgos. No es lo mismo acabar con el dominio de una familia en un pequeño municipio huasteco, que con la que gobierna el Estado.
Es de esperarse que, al poco tiempo de entrar en vigor, comiencen a emanar innumerables formas de evadir la nueva disposición de la Constitución Mexicana.
En Soledad de Graciano Sánchez desde varios años ya se utilizan algunas de esas formas.
Al puro estilo del Maximato, desde hace años que la familia Gallardo ya no tiene la necesidad de gobernar de forma directa en el municipio soledense, sin embargo, en todos lados es sabido y conocido que son quienes mandan ahí.
Sorprendentemente, los Ricardo Gallardo, padre e hijo, apenas gobernaron durante un trienio cada uno en Soledad. Pese al gran amor que le pregonan al municipio, ninguno buscó la reelección; al contrario, lo primero que hicieron fue alejarse de él (pero no de su presupuesto). Uno se convirtió en alcalde de la capital y el otro en diputado federal, en donde emprendió el camino hacia la gubernatura.
La última vez que los Gallardo gobernaron de forma directa Soledad fue en el año 2014, cuando el “pollo” pidió licencia como alcalde para buscar la gubernatura, antes de que sus aspiraciones fueran cesadas por una detención y un proceso penal.
Desde ese entonces no han tenido la necesidad de plasmar su nombre en las boletas, ya que el bastión que formaron y siguen alimentando en el municipio ha sido lo suficientemente poderoso para darle la victoria a sus peones.
A Gallardo Cardona le siguió Gilberto Hernández Villafuerte en el cargo, quien sí puede presumir el haber logrado la reelección. La sucesora fue Leonor Noyola Cervantes y actualmente gobierna Juan Manuel Navarro Muñiz.
Más que conocérseles una gran capacidad para gobernar, se les reconoce su gran capacidad para obedecer.
Cartas le han sobrado a la familia para perpetuarse al mando del descuidado municipio soledense sin la necesidad de aparecer en las boletas.
Han pasado poco más de 15 años desde la última vez que alguien ajeno a la corriente gallardista ocupó la oficina principal del Palacio Municipal.
Si siguen bajo el mismo esquema, no hay manera de que la reforma antinepotismo de Claudia Sheinbaum aplique en este municipio, ya que la disposición solo va contra familiares; no abarca toda la extensión de la palabra “nepotismo”, cuya definición sí engloba a los amigos. Es lógico por lo jurídicamente difícil que se volvería definir a un amigo.
Así que, aún sin Ruth en el juego, alternativas hubiera tenido el gobernador para sustituir esa candidatura; es una formula probada ya en Soledad de Graciano Sánchez.
Ya si son competentes o no, es otra historia.
Pero eso ni si quiera en su gabinete lo exige.
Lo he dicho y lo reitero, si alguna fuerza opositora quisiera debilitar el poderío gallardista, primero debe obtener Soledad.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.