María Ruiz
Por segunda vez, padres de familia de la primaria General Genovevo Rivas Guillén se manifestaron para denunciar irregularidades en la gestión de la directora María Magdalena Mendoza Vega y la subdirectora Rocío Prieto.
Esta vez, el reclamo es más grave: acusan que encubrió a un maestro señalado por abuso sexual infantil contra una niña de segundo grado.
El martes, policías acudieron a la escuela para detener a Esequiel, el profesor de computación, pero él ya no estaba.
“Le avisaron un día antes, suspendieron su clase y por eso no pudieron agarrarlo”, contó una madre.
Varias niñas han relatado situaciones incómodas con el maestro.
“A mi hija la abrazaba y ponía sus manos debajo de su pecho con la excusa de enseñarle un juego”, denunció una madre. También lo acusan de maltrato verbal y de ejercer acoso escolar contra los alumnos.
Sin embargo, las quejas no terminan ahí. Padres aseguran que la directora y la subdirectora han impuesto cambios de maestros sin previo aviso y que incluso han obligado a algunos docentes a renunciar bajo presión.
“Los niños lloraban cuando se fue su maestro de tercer grado, pero la directora solo dijo ‘así tenía que ser’”, relató una madre indignada.
Además, una representante de padres denunció que la directora la intentó hacer firmar un documento donde la culpaba de que otros padres no llevaran a sus hijos a un evento escolar.
“Incluso interrogó a mi hijo sin mi autorización”, señaló.
Las familias exigen la destitución inmediata de la directora y la subdirectora, pues temen por la seguridad de los menores y el bienestar de los maestros.
“Si hacen esto frente a nosotros, ¿qué no harán a puerta cerrada?”, cuestionaron.
Hasta ahora, las autoridades educativas como la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE) solo confirmaron que el maestro tiene medidas cautelares aplicadas por el Sistema Educativo Estatal Regular (SEER) y ya está en investigación el caso.
Familia confirma denuncia y acusa revictimización de la escuela
La familia de una pequeña estudiante de ocho años de segundo de primaria, confirmó que la denuncia fue presentada ante la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA), al percatarse que fue víctima de abuso sexual dentro de la primaria Genovevo Rivas Guillén.
En lugar de recibir apoyo, aseguran que la institución ha intentado minimizar el caso y revictimizar a la menor, atribuyendo lo sucedido a su crianza y situación familiar al acusarla de ser “precoz e hija de una madre autónoma”.
La abuela de la menor relató que fue la escuela quien notificó a su hija sobre los hechos, pues el sistema DIF estatal habría acudido a las instalaciones a realizar unos estudios sobre violencia y en ellos la menor manifestó que era objeto de tocamientos indebidos, una denuncia que se sumó a otras cuatro estudiantes que también habrían sido afectadas.
Al realizar la denuncia y elaborar diversos estudios, la menor identificó a su agresor como Ezequiel, maestro de computación en esa institución.
Ante lo ocurrido, la abuela solicitó apoyo de la propia escuela, pero en lugar de activar protocolos claros para su protección, las autoridades escolares le hicieron firmar un documento en el que se sugiere que la niña posiblemente pudiera haberlo imaginado todo.
“Nos llamaron para decirnos que un maestro había tocado a mi niña y a otras más, pero en lugar de actuar de inmediato, le hicieron firmar a mi hija un documento donde la culpan, diciendo que la niña es precoz y que estos casos pasan por problemas en casa”, denunció la abuela.
Al día siguiente llamaron a la policía, para que pudiera detener al maestro que presuntamente toco a la menor. No obstante, se encontraron con la sorpresa de que las clases habían sido suspendidas y el profesor no se encontraba.
Después de esto, la familia señala que la directora del plantel insistió en que el tema debía manejarse con discreción bajo el argumento de que era “por el bien de la niña”.
“Mi hija estaba destrozada cuando la hicieron firmar. Dicen que es para proteger a la niña, pero ¿cómo va a ser para su bien callar lo que pasó?”, cuestionó.
La abuela también expresó su indignación ante la falta de una respuesta inmediata por parte de las autoridades escolares.
“Lo que me enoja es que lo primero que hicieron fue proteger al maestro en lugar de a las niñas. No debieron encubrirlo ni retrasar la denuncia”, señaló.
Las madres de otras niñas afectadas ya acudieron también a la PPNNA a presentar denuncias, mientras que la escuela únicamente informó que el docente fue retirado de su cargo hasta que concluyan las investigaciones.
Sin embargo, la familia de la menor teme que el caso sea minimizado y que la niña siga siendo revictimizada, pues aseguran que dentro de la escuela han tratado de desacreditar su testimonio.
“Dicen que mi nieta está fantaseando, que porque no tiene papá se inventa cosas, pero esto no es un juego, esto es muy grave”, enfatizó la abuela, quien junto con otras madres buscará asegurarse de que las denuncias avancen y se haga justicia.
“Queremos que la verdad salga a la luz, que se proteja a las niñas y que esto no quede en el olvido”, concluyó.