El presidente Enrique Peña Nieto llegará a su Tercer Informe de Gobierno —que entregará mañana al Congreso de la Unión, a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong— con un gabinete renovado, en medio de una profunda crisis económica internacional que ha llevado al dólar a la alza, bajo crecimiento nacional y con críticas por la compra de casas a un proveedor del gobierno federal, coinciden analistas.
Los especialistas José Antonio Crespo, Rolando Cordera y Leonardo Curzio advierten que hay descontento ciudadano ante un gobierno que no ha cumplido con las expectativas que generó en economía, seguridad y combate a la desigualdad.
El Presidente, dicen además, iniciará la segunda mitad de su mandato con una baja aprobación ciudadana y a la sombra de la fuga del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán y la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Pero también arrancará el cuarto año de su gobierno con estabilidad política, las reformas estructurales en marcha y con cambios a las leyes en energía, que buscan la reducción de tarifas en electricidad, gas y en telecomunicaciones, además de que se cancelaron los cobros de larga distancia nacional.
La reforma educativa está en marcha incluso en los estados que alguna vez fueron bastiones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación como Oaxaca, Guerrero Michoacán y Chiapas.
Cordera subraya que pese a los conflictos y coyunturas internas y externas, el país mantiene firme su democracia; Curzio dice que el mandatario llega con la renovación de su equipo, y Crespo espera que haya mejoras en la toma de decisiones.
El Chapo afectó: Crespo. José Antonio Crespo es crítico. Advierte que el presidente Peña inicia la segunda mitad de su mandato “muy debilitado” tras haber recibido muchos golpes, en especial, por la fuga de El Chapo Guzmán y por la compra de propiedades y el consecuente deslinde que hizo la Secretaría de la Función Pública.
“Ahora, con la carta del cambio en su gabinete se presenta como metiendo segunda, que trae un gabinete fresco, se supone, aunque mantiene a la misma gente, pero es una carta de renovación la que presenta”.
Dice no ver nada positivo en el desempeño del Ejecutivo en el último año, pero que sí hay algo bueno durante la primera mitad de su gestión: la consolidación de las reformas estructurales. Afirma que la fiscal “fue un desastre”, pero la energética puede significar posibilidades de inversión y crecimiento”.
Destaca la falta de crecimiento económico y de generación de más empleos.
En materia social hay cifras contradictorias sobre el combate a la pobreza y en seguridad. Dice que en la segunda mitad del mandato se deben aterrizar las reformas, sobre todo la energética y modificar la fiscal para reactivar la economía.
Gente dolida: Curzio. Leonardo Curzio considera que el presidente Peña inicia la segunda mitad de su mandato con una expresión de confianza al grupo de hombres y mujeres que lo han acompañado desde el arranque de su administración, así como con una enorme confianza en que el Pacto por México, “que fue su gran apuesta política”, rendirá frutos.
Advierte que en la realidad aprecia que la gente “está muy, no sólo molesta, dolida con un gobierno que ha prometido eficiencia gubernamental, Peña se cansó de repetir que estaba enfocado a resultados y la verdad es que el campo de gobierno que analices, el desempeño gubernamental es pobre”.
Agrega que en economía nueve de cada 10 mexicanos dice que su situación es peor que antes, que en seguridad siete de cada 10 se sienten inseguros en el lugar donde viven y que hay datos en educación y salud que no permiten decir que el país vive una situación diferente a lo que había en gobiernos panistas.
Otro elemento importante que aprecia es que los grandes tomadores de decisiones del país, con base en la Encuesta de Confianza Empresarial, “no le están comprando al gobierno sus argumentos”.
Para el economista Rolando Cordera, maestro emérito de la UNAM, el Presidente arranca la segunda mitad de su mandato en medio de una situación mundial muy desfavorable que repercute en México.
Advierte que pese a haber una democracia real, ésta no se refleja en la toma de decisiones sobre el rumbo económico.
Insensibilidad. “Es insensible para la situación social que nos caracteriza y que está marcada por la desigualdad y pobreza”.
Insiste en que lo reportado por el Inegi y Coneval en lo social debería ser suficiente para iniciar un cambio de rumbo.
Dice el punto positivo que ha tenido en este último año, es que se ha mantenido el orden político “contrariamente a lo que muchos auguraban, que las elecciones fueran una especie de gran momento de caos”.
El Universal