Óscar Flores Lomelídice que el infierno existe sin tener que morir, pero no todos lo pueden vivir; él lo padeció por cinco días al quedar sepultado junto con su entonces esposa Rebeca Orozco por los escombros del edificio Nuevo León, en Tlatelolco, en elsismo del 19 de septiembre de 1985.
A casi 30 años de la tragedia, Óscar relata su experiencia comosobreviviente y la angustia de no saber si serían rescatados tras el sismo de 8.1 grados en la escala de Richter que se registró a las 07:19 horas.
Su testimonio, igual que otros cuatro relatos de un paramédico, un deportista al que tuvieron que amputar las piernas, un joven que perdió a su familia y una costurera de San Antonio Abad, forma parte de laproducción de NatGeo, titulada México 85 Relatos del Terremoto que será transmitido el domingo 13 de septiembre a las 21:00 horas por National Geographic Channel.
Flores Lomelí, quien perdió el brazo izquierdo, relató que vivía en el departamento 114 del sexto piso, y que pudo sobrevivir gracias a que la misma columna que le cercenó el brazo sostuvo los escombros para que no murieran aplastados en el edificio que quedó en ruinas.
Cuando Rebeca despertó me preguntó si estábamos vivos o en el infierno. Yo le dije que estábamos vivos y en el infierno. No sólo se derrumbó el edificio, también nuestras vidas”, recordó.
Al cuarto día, cuando las esperanzas se desvanecían debido a que los rescatistas habían solicitado la fumigación para evitar la propagación de enfermedades por los muertos, vecinos y familiares solicitaron el uso de perros de búsqueda para asegurarse que no había sobrevivientes.
Gracias a esto Óscar y Rebeca fueron localizados al quinto día. Él estaba a punto de entrar en sueño agónico.
Los recuerdos de los gritos de algunos vecinos heridos que luego desaparecieron al terminar de ser aplastados tras la réplica del 20 de septiembre de 7.3 grados en la escala de Richter, persisten en su memoria.
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