La piscina del diablo en África

devils-pool1

 

La llaman ‘La piscina del Diablo’ y está justo al borde de las cataratas Victoria. Un abismal escenario donde puedes sumergirte para ver, justo a unos centímetros de ti, la feroz caída del río Zambeze, en África. Son muchos los turistas que diariamente acuden a esta piscina natural no apta para aquellos que teman a las alturas, un rincón espectacular que, si eres amante de las emociones muy, muy fuertes, debes conocer.

La piscina del Diablo entre Zambia y Zimbagüe.

Cabe la posibilidad de que si caes, salgas con vida. Al menos sobrevivirías a la caída, pero no a las decenas de cocodrilos que aguardan al final de estas cataratas únicas en el mundo. Miden unos 1,7 kms de ancho y 108 metros de alto. Sus dimensiones duplican a las del Niágara y aunque no son tan conocidas, sí son un reclamo turístico para todo aquel que visite Zambia.

devils-pool-victoria-falls-zambia-fae0b27c451c728867a567e8c1bb4e53-big-666

Los nativos llaman a este escenario Mosi-oa-Tunuya que quiere decir “el humo que truena”. Un nombre más que perfecto para este incomparable cuadro natural que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1989. Aquí se abre una singular laguna natural situada en el borde mismo de las cataratas. Justo en el filo. Sus aguas tienen un delicioso tono turquesa, son de poca profundidad y están envueltas por un paisaje digno del mejor de los sueños.

Viendo la piscina del Diablo, lo primero que nos viene a la cabeza es: ¿Cómo pueden bañarse diariamente tantas personas en este lugar? Sólo con estirar las piernas, tus pies ya bordean el vacío abismal del acantilado. Pero la realidad es que el reclamo turístico es increíble, y hay lista de espera para bañarse en ella.

No hay medidas de seguridad. No hay red bajo la laguna, ni los bañistas están sujetos por algún arnés. En lo absoluto.

Devils-Pool-Victoria-Falls-Airial-View desktop31

Sencillamente, debes rendirte a la experiencia del guía. Y hay que ir con cuidado, porque las piedras del fondo además son resbaladizas, los golpes de agua pueden llegar de improviso y porque el nivel del agua puede subir un metro cuando menos te lo esperas. Pero todo esto no echa para atrás a ninguno de los arriesgados turistas que visitan la Piscina del Diablo a cada instante. Acompañados incluso por sus hijos pequeños.

El parque de Devil’s Pool se abre entre los meses de septiembre y diciembre, instante en que el caudal del lago es más bajo y el riesgo de accidente es menor. Pero también debes saber que si pagas a tu guía turístico particular, puede permitirte de inmediato un baño en el momento en que desees. La responsabilidad seguirá siendo tuya, y el riesgo de que una ola te lleve cascada abajo habrá entrado en tu elección. A final de cuentas, quien decide si has de vivir o no, serán los cocodrilos que aguardan abajo, expectantes siempre ante las locuras de los turistas occidentales.

¿Te atreverías a ir?

Skip to content