Hay cosas que cuesta reconocer, pero que nos ocurren a todos: ¿Cantas en la ducha? No te preocupes, no eres el único, de hecho, muchísima gente lo hace. Y es que esta costumbre tiene una explicación científica y ciertos beneficios que seguro te gustará conocer.
Cantar en la ducha, algo muy común.
No importa si eres el ruiseñor de tu casa o si te mandan callar, en algún momento de tu vida habrás entonado tu canción favorita mientras te bañas.
La explicación científica.
Es indudable que cuando estamos bañándonos dentro de ese chorro de agua tan revitalizante, perdemos la vergüenza y nos agarramos a cantar nuestros temas favoritos sin pudor. Pero ¿Por qué?
Algunos científicos lo han investigado. Reflexionemos alrededor del tema.
1.- Bajo la ducha, felices y solos.
Si tienes la suerte de contar con agua caliente, bañarse es un placer. Entramos y, para qué negarlo, estamos contentos. Tenemos el agradable olor a jabón, buena temperatura y lo más importante: una soledad incomparable. El estrés simplemente desaparece y de pronto ¡Bum! Tu cerebro empieza a generar dopamina, lo que aumenta nuestra creatividad.
2.- Cantando respiras muuuuucho mejor.
Estamos tan relajados que empezamos a cantar y entonces nos sentimos libres, si cabe, aún mejor. Esto, porque al cantar respiramos más profundamente y nuestra sangre se oxigena mejor, por lo que nuestra circulación mejora, haciendo que estemos en un condición física y un humor óptimos.
Es más, al inspirar un poco más adentro, la relajación es mayor y podemos concentrarnos más, como cuando meditamos.
3.- Ese eco que nos hace ser estrellas.
Si sientes que suenas mejor en el baño, es porque la acústica es genial, ya que hace una especie de eco que se desvanece rápidamente, pero que da una calidad bestial a tu voz. Un efecto reverberante digno de las mejores maquetas. Obviamente, en nosotros mejora el autoestima y la confianza en nosotros mismos.
Así que la explicación científica vendría a ser que no cantamos únicamente porque tengamos alguna canción en la cabeza, sino porque, objetivamente nos hace sentir mejor, más felices. Así que no te avergüences, da rienda suelta a tu voz y márcate un buen sólo bajo la regadera.