Lo ocurrido en una escuela primaria de la colonia María Sicilia en la capital del estado es tan grave indignante y también mueve a preocupación acerca del comportamiento que pueden tener los maestros en cuando están solos con los niños. Realizar tocamientos insanos, pervertidos a niñas de primer grado de primaria es una afrenta y el Estado tiene la obligación de actuar con firmeza. Hasta el momento no lo ha hecho.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió su recomendación número 36/2015 al Secretario de Educación de Gobierno del Estado y ex presidente estatal del PRI, Joel Ramírez Díaz, aliado político y electoral del partido de los maestros, Nueva Alianza.
Tras hacerse público el contenido de la recomendación no puede caber otro sentimiento sino el del rechazo total y enérgico a quien aprovechando su condición de maestro, incurrió en acciones que encuadran en el abuso sexual.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió la recomendación número 36 a la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado, por la actuación de un maestro de educación primaria en la colonia María Cecilia en la capital potosina, quien al pasar a las niñas a leer frente a grupo, les tocaba las piernas y les levantaba su falda.
Los padres de familia de cinco niñas acudieron a la CEDH en mayo pasado para presentar su queja en contra del docente (de quien se omite su nombre), misma que quedó inscrita como 1VQU-0311/2015. La institución inició las investigaciones correspondientes y confirmó la comisión de agravios en contra de las menores de edad.
Según las declaraciones de las víctimas, el maestro les citaba en lo individual para que pasaran a hacer ejercicio de lectura, las colocaba junto a su escritorio donde permanecía sentado y desde ahí les realizaba tocamientos de glúteos y piernas, además de que les alzaba la falda.
La recomendación 36/2015 de la CEDH que incluye los testimonios de tres víctimas, precisa que los tocamientos se realizaban siempre en el salón de clases. Estos actos del docente representantes actos violatorios a los derechos humanos y en especial, a los derechos de los niños.
Por su parte, la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado dio a conocer que el profesor presuntamente agresor, ya fue separado de su cargo y que se lleva a cabo una investigación para en su momento deslindar responsabilidades. La dependencia aceptó la recomendación al exponer que por encima de cualquier cosa, están los derechos de los niños.
Entre las recomendaciones al Secretario de Educación, Joel Ramírez Díaz, destaca la urgencia de iniciar el proceso de reparación del daño por medio de asistencia psicológica a las víctimas de abuso sexual. Le insta que registre a las menores en el Registro Estatal de Víctimas a efecto de que tengan acceso al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral que establece la Ley Estatal de Víctimas.
Se recomienda además a la SEGE a que Colabore ampliamente en la investigación que inicie el Órgano de Control Interno sobre el presente caso, por tratarse de un servidor público de esa Secretaría de Educación a su cargo, cuya conducta motivó el presente pronunciamiento, y se aporte la información que al respecto le sea solicitada y tenga a su alcance.
Y además, que gire instrucciones a efecto de que se impartan cursos de capacitación dirigidos a la plantilla docente y administrativa de la Escuela Primaria 1, referentes al derecho de los niños a una vida libre de violencia, prevención del abuso sexual infantil, derecho al trato digno, así como a la seguridad escolar, y se informe a esta Comisión sobre su cumplimiento.
Hasta aquí las cosas parecen marchar correctamente, sin embargo, no es así, resulta que la averiguación previa iniciada a partir de la denuncia de las madres aun no se ha terminado de integrar.
Y también resulta que pese a los testimonios de las víctimas, el maestro abusador sexual solamente fue suspendido de su cargo: no ha sido suficiente el dolor de las víctimas y sus familias para procesarlo inmediatamente, pues se arguye el peregrino pretexto de que como en San Luis prevalece el estado de derecho, entonces hay que seguir el procedimiento legal, mismo que como se puede temer, puede llevarse una eternidad hasta terminar en la impunidad.