Ciudad de México (23 de diciembre de 2015).- Sólo porque has estado comiendo aguacates y te despiertas en la madrugada para ir al gimnasio no significa que de un día para otro tendrás el abdomen que buscas.
Esto es porque la ciencia detrás de subir o bajar de peso no es exacta. Mientras muchos dicen entender lo requerido para bajar de peso, muchos son demasiado flojos para hacerlo y aquellos que si empiezan a llevar a cabo hábitos más saludables no tienen mucha mejor suerte. Cambiar ciertos alimentos por otros con menos calorías podrían ayudar a tu cuerpo a ser más saludable, pero no necesariamente bajarás de peso. Quizá a pesar de todo sigas subiendo de peso, aquí hay algunas razones por las que esto estará pasando:
Te preocupas demasiado por el trabajo.
O por cualquier cosa. Te darás cuenta que un gran responsable de tu aumento de peso es el estrés. Preocuparte no sólo te hace comer por tu estado emocional, sino que hace que tu cuerpo produzca mas cortisol, que causa que tu cuerpo se aferre más a sus reservas de grasa. Con demasiado estrés, no importa la dieta, los efectos podrían causar el efecto opuesto.
Haces todo demasiado dulce.
Beber el café negro no es para todos, especialmente si te gusta lo dulce. Sin embargo, esas cucharaditas de azúcar se acumulan a lo largo del día. Además, demasiada azúcar puede hacer que te de el bajón al final lo cual te causa antojos para comida chatarra. Usa miel en lugar de azúcar si lo puedes evitar.
Ingieres alimentos saludables en exceso.
La dieta no sólo es qué comes, sino cuánto y cuándo. Alimentos como nueces son bajos en calorías y altas en proteínas, pero si las comes en exceso, no te estas haciendo ningún favor. Sólo porque algo sea bueno para ti no significa que puedas comer la cantidad que quieras.
Comes a lo largo de todo el día.
Comer cada cuántas horas es importante para mantener tu metabolismo activo, pero si siempre estas comiendo de poco en poco sin para nunca, tendrás que meter la panza para abrochar el botón en algún momento. Así que ya sea que estas comiendo papas fritas o uvas todo el día, es difícil estar al tanto de tu consumo de calorías al día si estas comiendo todo el día. Come 5 veces al día en vez de a cada rato para evitar comer de más y poder manejar mejor tu peso.
Te saltas los almuerzos.
Dejar de comer en cualquier momento del día te dará más que hambre. Si te saltas un almuerzo, es probable que comas de más durante el siguiente y esto afecta negativamente a tu metabolismo. Porque no comas en todo el día no significa que bajarás de peso. Así que si esperas a comer hasta cierto punto del día en vez de comer a las horas que debes, estarás subiendo de peso, no bajando.
Te atragantas con comida dietética.
Sonará contraintuitivo, pero los alimentos dietéticos no te ayudarán a bajar de peso a la larga. Muchos contienen ingredientes artificiales y carecen de nutrientes que tu cuerpo necesita para mantener un peso saludable. Además, los endulzantes artificiales desequilibran tu fauna intestinal, lo cual afectará tu manejo de peso y azúcar en la sangre entre otras cosas.
Olvidas hidratarte.
La hidratación es importante para evitar calambres entre otros malestares. Esto es importante cuando se trata de manejar el hambre. A veces creemos tener hambre cuando en realidad es sed lo que sentimos, causando que comamos de más. Además, el agua es importante durante el proceso de quemar grasa. Siempre ten una botella de agua contigo y procura consumir la cantidad óptima para ti según tu actividad y peso.
Comes según la etiqueta.
Sólo porque la etiqueta dice que es “bajo en grasa” o “natural” no significa que sea saludable. Evitar alimentos procesados en general será lo mejor que puedes hacer para bajar de peso. La mayoría de los alimentos empaquetados contienen ingredientes innecesarios como azúcar o endulzantes artificiales.
Fuente: Caracteres.