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Sus razones habrá tenido el gobernador Juan Manuel Carreras al incluir en su terna de propuestas de magistrado del Poder Judicial a Manuela García Cázares. Sería interesante conocer cuáles son esas razones, no las que aparezcan en el protocolo de su iniciativa enviada al Congreso del Estado, sino las verdaderas que motivaron al ejecutivo a incluir un perfil tan bajo.
La ex Procuradora de Justicia en la administración de Fernando Silva Nieto ingresó al poder judicial una vez que dejó de ser procuradora. Silva no la dejó desamparada y la envió al Supremo Tribunal de Justicia de dónde brincó rápidamente al Consejo de la Judicatura.
Como lo publica hoy Astrolabio, García Cázares ha utilizado sus diversos cargos en el poder judicial para colocar a sus familiares en distintas áreas de trabajo, pasando por encima del derecho de los sindicalizados y sobre todo, sin importar la capacidad sino solo el parentesco.
No se trata de si son muchos familiares próximos o lejanos los que ocupan plazas con buenos salarios, sino de que se hace uso de un cargo para hacer lo que se deseé. ¿Cómo alguien que recurre al amiguismo y compadrazgo en su beneficio puede ahora aspirar a administrar y dar justicia?
Tampoco es suficiente con que se pueda decir que eso lo hacen todos los magistrados y todo aquel que tiene cierto poder en el Supremo Tribunal de Justicia. El problema es que lo hagan y en vez de que eso se sancione, sea algo que se premie.
La corrupción, el nepotismo y muchos vicios más en las instituciones públicas han contribuido a deteriorar de manera grave la confianza de los ciudadanos. En este caso, García Cázares utilizó sus influencias para colocar a familiares en puestos a los que no habrían accedido de no llevar el apellido García o Cázares.
Es muy grave que el gobernador Carreras no haya revisado con cuidado la trayectoria de sus propuestas a Magistrado, pero también lo es que sus más cercanos, entre asesores, el Secretario General y el propio Procurador, no le hayan advertido del historial de García Cázares.
Habiendo en la entidad abogados capaces, conocedores y estudiosos de las leyes, jueces de amplia trayectoria y experiencia se opta por perfiles cuya primer aproximación es la sospecha. Es decir, para ser Magistrado, hay que formar parte del primer círculo del poder en torno al gobernador, formar parte del selecto grupo que controla el Poder Judicial o simple y sencillamente, ser familiar ya de alguno de ellos.
No se puede aspirar a mejor sustantivamente la administración de justicia a favor de los justiciables cuando los que imparten justicia violan la ley y los derechos de los demás.
En su momento, los diputados tendrán la palabra. Habría que exigirles que analicen de manera rigurosa la terna y en aras de una mejor elección, de ser necesario, que la devuelvan al gobernador.
