Es posible que la palabra “devastador” quizá te haya resultado algo exagerado para este síndrome. Pero para darte una pequeña idea del tema que te vamos a presentar hoy, te daremos un ejemplo, el caso de la joven Janine Goodier.
Tiene alrededor de 20 años y comenzó a sufrir de este síndrome cuando tenía 16. Janine solo resiste estar despierta dos horas al día; el resto del tiempo cae en un sueño profundo del que es incapaz de despertar.
Aquí no valen príncipes azules, ni despertadores, ni litros y litros de café… A Janine se le está escapando la vida. No puede ir a estudiar, ha perdido a sus amigos y no sabe lo que es ser una persona joven con todo el tiempo del mundo por delante.
Su vida es una especie de ensueño donde es incapaz de diferenciar lo que es real de lo que no… Vive una existencia casi surrealista, en la que sus familiares no pueden más que mirarla en silencio, esperando a que abra los ojos y vuelva a adquirir consciencia de quién es, para poder disfrutar un poco.
¿Ahora entiendes? Sigue leyendo, este tema, apenas comienza…
El Síndrome de la Bella Durmiente o Kleine-Levin.
La primera vez que se describió esta enfermedad fue en 1925, cuando un médico alemán llamado Willi-Kleine atendió el caso de un joven que padecía hipersomnia y un gran apetito. Más tarde, en 2929, Max Levin revisó la bibliografía aportando nuevas explicaciones sobre el síndrome.
Al principio pensaron que esta necesidad irremediable se debía a un tipo de encefalitis, pero en realidad, y al día de hoy, no se sabe la causa exacta que lo origina. Puede que el origen esté en una alteración del hipotálamo, o en una disfunción de las zonas temporales del cerebro, problemas que, en ocasiones, están relacionados con episodios de gran ansiedad u otros trastornos psiquiátricos.
¿Qué sienten los pacientes con este síndrome?
Esta enfermedad tiene una incidencia muy baja, no obstante, las personas que lo sufren lo describen como algo devastador, como vivir en una extraña cárcel de la que no pueden salir.
Éstas son las características básicas:
>Aparece en más hombres que en mujeres.
>Suele aparecer entre los 14 o 15 años, para tener una duración de 10 años. Pasado ese tiempo, es frecuente que el Síndrome de la Bella Durmiente desaparezca por sí solo.
>Durante esos años en que el paciente sufre este síndrome, suele dormir entre 18 y 22 horas al día. Estos episodios pueden durar semanas, meses o incluso años.
>Cuando se despiertan, tienen unas ganas inmensas de comer, e incluso es posible que sufran una “hipersexualidad”.
Se sufren pérdidas de memoria a largo y corto plazo, no se diferencia lo que es real de lo que no, y según los familiares de los pacientes, estas personas son como “niños”; son incapaces de madurar, si sufren esta enfermedad a los 14 años y pasan 10 padeciendo este problema, no podrán asentar conocimientos, no podrán desarrollar su personalidad ni adquirir competencias. Es como quedar “desconectado” durante una década.
El tratamiento.
Esta enfermedad, de origen desconocido, suele tratarse con fármacos estimulantes del Sistema Nervioso Central. El carbonato de litio está, al día de hoy, ofreciendo buenos resultados para “mantener despierta” a la persona, aunque lamentablemente no es efectivo para todos los casos, pues cada paciente suele presentar unas características distintivas, con lo cual, no siempre pueden beneficiarse de este tipo de tratamiento.
No pueden más que esperar a que la enfermedad, desaparezca por sí misma. Aunque eso sí, habrán perdido por término medio, unos 10 años de su vida. Una parte de su juventud.
