Por Antonio González Vázquez
El sentido común de los gobernantes suele ser tan pobre que consideran necesario hacerle ver a los ciudadanos, en cada instante de su vida, que son afortunados por el privilegio de tener autoridades surgidas de un partido político democrático, de elevados valores y de enorme estatura ética y forjadora de ilustres servidores públicos.
Ya sea el gobernador o el presidente municipal, apenas toman posesión del cargo, lo primero que hacen es marcar su territorio. Obvio, los del PAN pintaban los puentes de azul y los del PRD, de amarillo.
Tal pensamiento tan enano como mediocre, tiene sentido en la lógica de que “el gobierno es nuestro, de nadie más” y por tanto, hay que dejar constancia de ello, no en balde, el primer acto de gobierno del alcalde Ricardo Gallardo Juárez, fue ordenar pintar de amarillo las macetas de la avenida Salvador Nava.
Propio de mentalidades cortas, pero eso es lo que hay.
En la imagen, el puente en Salvador Nava junto a las instalaciones del IMSS, cerca de la Glorieta Juárez.
Pinto de amarillo para que se sepa que el gobierno es de un grupo político, pinto de amarillo porque es mi terreno y en donde yo mando.
Si en la campaña pintamos casas y condominios, que no haremos en el gobierno. O ¿Por qué no se pintan de rojo, morado, blanco o magenta?, bueno es que el amarrillo es bonito, atractivo y es el color de la esperanza, dicen y pronto empezarán a pintar del mismo color las jardineras, acotamientos de aceras y toda infraestructura pública municipal disponible.
En Soledad de Graciano Sánchez, hay condominios en colonias obreras pintados de amarillo y los números de domicilio en negro en un marco que parece ser un sol. Es muy probable que esa imagen se replique en la capital de un momento a otro.
En las plazas, jardines y avenidas los árboles serán podados de manera amable formando caritas sonrientes junto a figuras de pollos. Es ridículo, pero los administradores del ayuntamiento consideran que eso es genial y que al patrón le va a encantar. Y es cierto, eso les fascina.