Acoso sexual comienza en la secundaria: SEP

 

Ciudad de México (11 de mayo de 2016).- El acoso sexual entre estudiantes se reportan desde la secundaria, así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), quien además detalló que casi cien mil alumnas de 15 años y más de los centros educativos de México han escuchado piropos o frases con connotación sexual de sus propios compañeros, cosa que las molestó u ofendió, mientras que en las aulas aún faltan herramientas para prevenir el acoso.

En el manual Educación integral de la sexualidad. Formación para maestras y maestros de Educación Básica, elaborado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), sólo en tres de las 537 páginas se aborda el tema de acoso sexual.

En el manual, la información sobre acoso muestra una lista con 12 ejemplos que podrían suceder en las secundarias y la siguiente sugerencia de que los maestros enseñen a sus alumnos las correctas prácticas de la conquista amorosa como forma de prevención:

“Es posible que… algunas conductas que entran en la categoría de acoso sexual se deriven de la inmadurez para conquistar y para llamar la atención, especialmente de hombres hacia mujeres. Cuando el maestro y la maestra ofrecen al grupo oportunidades para que mutuamente expliquen qué les agrada en el proceso de conquista y qué les ofende y hacer énfasis en la conquista a través del buen trato, ofrecen la oportunidad para diferenciar estas conductas”.

Profesores que enseñan Formación Cívica y Ética 1 y 2, materias en las que se aborda el acoso sexual en la secundaria, mencionaron en entrevista con Excélsior que el manual de la SEP está totalmente superado por los casos de acoso sexual a los que se han enfrentado con sus alumnos que van desde piropos, abrazos y besos indeseados de los niños a las niñas, hasta alguna masturbación.

La maestra Joan Burgos, que imparte la materia en el Estado de México, señaló que “Todos los temas que deberíamos enseñar en sexualidad lo hacemos muy por encimita, entre éstos el acoso sexual, porque no es una materia como tal. La sexualidad es simplemente un subtema de la decena que debemos revisar para cumplir con el plan de estudios de Formación Cívica y Ética”.

Alumnos de la secundaria donde trabaja la profesora Burgos son afortunados, porque ellos sí alcanzaron ejemplares de Formación Cívica y Ética 1 de Editorial Terracota, en el que al menos podrán leer, en la página 235, la definición de acoso sexual, porque es lo único que se encuentra en su libro de texto sobre el tema.

La sicóloga Raquel Aboites, de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), quien ofrece terapias y asesorías externas a jóvenes de secundarias públicas, explicó que “La existencia del acoso sexual entre los estudiantes de secundaria la estamos viendo fundamentada en dos cosas: primero, que es una conducta sexual que puede estar presente por la propia adolescencia y, luego, que los alumnos están muy desinformados y no saben cómo enfrentarse a un montón de hormonas vivas”.

La principal crítica de la sicóloga, es que en las escuelas públicas son inexistentes las estrategias para detectar el acoso sexual, la prevención o los centros de apoyo para atender a quienes ya lo cometieron.

La maestra Joan Burgos, a principios del ciclo escolar, recibió una denuncia por parte de sus alumnas de tercer grado que terminó con la expulsión de un compañero.

“Una niñas vinieron a decirme con una cara de angustia y de incomodidad que mientras su tutor estaba en el baño, un compañero del grupo se había masturbado frente a todos y había dejado todo un batidero en el salón después de eyacular, así que fui por él y lo bajamos a la dirección. El niño se fue definitivamente de la escuela”, contó.

La preocupación de los maestros no solo es la poca información sobre sexualidad en las secundarias, también lo es la poca comunicación que los alumnos tienen con sus padres sobre el tema.

Muchos padres de familia no sólo están cerrados para  platicar sobre sexualidad con sus hijos, tampoco se abren a las recomendaciones hechas por los profesores y algunos ni siquiera se presentan a los planteles justificando la falta de tiempo por el trabajo para asistir.

Fuente: La Silla Rota.
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