Ciudad Victoria, Tamaulipas (11 de mayo de 2016).- Pese a los operativos de las fuerzas federales en Tamaulipas para detener a los principales líderes y jefes de sicarios del cártel del Golfo y Los Zetas, la violencia en la entidad no cesa.
En 2014 se dio la orden de enviar a más de 5 mil elementos de las fuerzas federales, entre personal del Ejército, Marina, Policía Federal y de la Agencia de Investigación Criminal y personal del Cisen.
El objetivo devolver el orden y la tranquilidad a los ciudadanos y capturar a los responsables de ordenar ejecuciones y de coordinar enfrentamientos entre ambos grupos rivales.
Sin embargo, hasta la fecha 23 células de Los Zetas y el cártel del Golfo continúan teniendo el control del territorio, a pesar de los golpes que han recibido en su estructura.
Ambos organizaciones están detrás de los bloqueos ocurridos en diversas ciudades tamaulipecas; de las ejecuciones, secuestro de migrantes, comerciantes e incluso se han atrevido a plagiar a empresarios en Estados Unidos, a quienes mantienen privados de su libertad en casas de seguridad de Tamaulipas, por los que exigen fuertes sumas de dinero a cambio de su libertad.
También se dedican al cobro de piso y al robo de hidrocarburos.
De acuerdo con informes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia de la PGR, en la mencionada zona del país operan las siguientes células criminales:
Del cártel del Golfo: Los Metros, Rojos, Grupo Lacoste, Grupo Dragones,Grupo Bravo, Grupo Pumas, Grupo de Apoyo Ceros, M3, Los Fresitas, Los Sierra, Los Pantera, Ciclones y Los Pelones, mismos que también operan en Quintana Roo.
De Los Zetas destacan Sangre Zeta, Grupo Operativo Zeta, Comando Zetas, El Círculo, El Extranjero, Unidad Zeta, Néctar Lima, Grupo Delta Zeta y Fuerzas Especiales Zeta, y últimamente el denominado cártel del Noreste, que además tienen presencia en Coahuila, Nuevo León, Guanajuato, Tabasco y Quintana Roo.
Fuente: La Silla Rota.