Ciudad de México (14 de junio de 2016).- El agresor, Larossi Abballa, un francés de 25 años, mató a puñaladas a un policía fuera de turno frente a su domicilio, al oeste de París, antes de atrincherarse en el interior de la vivienda.
Abballa fue abatido cuando las fuerzas armadas llegaron al lugar. Previamente había degollado a su esposa, frente al hijo de ambos, de tres años, que fue hallado “sano y salvo pero en estado de conmoción” según el procurador de París, François Molins.
Este ataque se produce dos días después de la matanza de Orlando, reivindicada por el Estado Islámica, donde se están jugando partidos de la Copa América; y ahora, en plena Eurocopa de futbol organizada en Francia, siete meses después de los atentados de noviembre en París, igualmente cometidos por este grupo yihadista.
“Se ha superado un nuevo nivel de horror” comentó el primer ministro francés, Manuel Valls, al expresar su compasión por el hijo de las víctimas, asegura la AFP.
Antes de ser abatido, Larossi Abballa había reivindicado su pertenencia al EI, al comunicarse con la policía. Asimismo, en un video publicado en su cuenta de Facebook prometió convertir la Eurocopa en un “cementerio”, dijo el periodista David Thomson a la agencia de noticias francesa. El video ya ha sido retirado de la red social.
Según Thomson, el hombre hizo un vídeo “en directo” en Facebook, pocos minutos después de asesinar al policía y a su esposa.
Tras su intervención, los policías encontraron “una lista de objetivos con los nombres de personalidades, profesionales -raperos, periodistas y policías- y de personajes públicos”, dijo el procurador François Molins.
Tres personas presuntamente vinculadas con Abballa fueron detenidas este martes, según fuentes policiales.
Copa América.
El torneo de futbol que se juega actualmente entre algunas selecciones nacionales de futbol de los países del Continente Americano, es llevada a cabo en diversas ciudades de Estados Unidos.
En Orlando, Florida, donde acaba de suceder la matanza de 49 personas en el bar gay Pulse, se jugaron tres partidos de esta copa: Costa Rica-Paraguay, el 4 de junio; Panamá-Bolivia, el 6 de junio; y Brasil-Haití, el 8 de junio.
No se reportaron actos de violencia durante los encuentros, hasta el atentado en el bar, adjudicado al grupo yihadista ISIS.
Sed de sangre.
Abballa, nacido en la localidad popular de Mantes-la-Jolie, al oeste de París, había sido condenado en 2013 a tres años de prisión por integrar una red yihadista con vistas “a preparar actos terroristas”. La red, con vínculos en Pakistán, favorecía el reclutamiento, la formación y el envío de jóvenes voluntarios para la yihad armada.
“Tengo sed de sangre, Alá es testigo de ello” había declarado Abballa a un amigo, por teléfono, en una conversación bajo escucha.
A principios de 2016, Abballa estuvo también implicado en una investigación sobre una red yihadista siria.
Por ello, se llevaron a cabo “escuchas telefónicas y geolocalizaciones”, precisó el procurador Molins. Pero estas medidas “no permitieron hasta el día de hoy descubrir el menor elemento” sobre “la preparación o la ejecución de un acto violento”, subrayó.
La oposición de derecha y extrema derecha aludieron de inmediato al pasado del agresor para exigir cuentas al gobierno socialista.
El expresidente conservador Nicolas Sarkozy exigió al ejecutivo que adapte “sin esperar el nivel de vigilancia”. Un miembro del equipo de Sarkozy pidió la implementación de “centros de retención” para personas radicalizadas.
Hay que “rechazar cualquier tentación de recurrir a aventuras extrajudiciales”, replicó el primer ministro Valls.
Fuente: NW Noticias.