Antonio González Vázquez
El caso de la compra de medicamentos para empleados de confianza del ayuntamiento capitalino a Sandra Sánchez Ruiz es ya un escándalo de grandes proporciones. El probable daño al erario público municipal podría ser superior a 60 millones de pesos y surge con ello la posibilidad de que vaya a más.
Información del ayuntamiento entregada al movimiento navista demuestra que Sandra Sánchez Ruiz es mucho más que 34 millones de pesos. Una vez que este diario digital revisó con rigor y cotejó con disciplina la información documental y tras la revisión rigurosa de ésta, ha publicado una noticia sólida y contundente: la alcaldía capitalina le ha pagado más de 66 millones de pesos a su proveedora favorita, la intangible e invisible Sandra Sánchez Ruiz.
¿Qué clase de auditoría realizó en el ayuntamiento la Auditoría Superior del Estado que ha sido incapaz de detectar inconsistencias que dos reporteros localizaron sin ser auditores profesionales?
¿Qué tipo de compromisos, acuerdos o negociaciones hubo entre el auditor Martínez y el ayuntamiento capitalino como para cerrar los ojos a la compra de medicamentos a Sandra Sánchez Ruiz?
Son 108 y no 60 los pagos que el municipio hizo a Sánchez Ruiz, pero al auditor Martínez eso le tuvo sin cuidado y lo dejó pasar. Ninguna observación relacionada a las medicinas surtidas por Sandra Sánchez Ruiz.
Como sea, en apenas unos meses, el gobierno de Ricardo Gallardo empieza a parecerse a los gobiernos priístas de Victoria Labastida y Mario García. Esperemos al final cual de los tres acumula más suciedad.