Por: Antonio González Vázquez.
A fines de febrero pasado causó cierto revuelo la publicidad de Aeroméxico que decía que en San Luis Potosí no pasa nada. Proponía una serie de pretextos que siempre se pone quien no desea viajar en avión y por ejemplo, de Monterrey se decía que a nadie le gusta porque solo hay fábricas, pero en el caso de San Luis solo se afirmaba que “no pasa nada”.
Bien mirado, tenían y tienen la razón.
Ya destaparon al alcalde Gallardo para “la silla grande” y la presidenta del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, Laura Elena Fonseca Leal, dice que ella no tiene la obligación de investigar, de lo que se colige con rotundidad que en San Luis no pasa nada.
El próximo domingo 17 de julio se cumple un año de la muerte de Diego González en el marco de las actividades del Camping de Verano 2015 de la UASLP y no hay investigaciones concluidas ni ha habido sanciones para nadie, de lo que se desprende que lo que si hay es impunidad para la Universidad y el rector Manuel Fermín Villar Rubio. No se extrañe amable lector de eso, en San Luis Potosí no pasa nada.
En el gobierno de Ricardo Gallardo se han realizado millonarias compras de medicamentos a una proveedora de nombre Sandra Sánchez Ruiz y la Auditoría Superior del Estado cierra los ojos porque en San Luis Potosí no solo no pasa nada, sino que no debe pasar nada.
Y como es mejor esa fórmula de que no pase nada en futuro, el cabildo capitalino sesiona en secreto y en lo oscuro de la conciencia municipal votan en contra de investigar el caso Sandra Sánchez mediante comisión especial que ni siquiera alcanzó a nacer.
Hace unos meses la Auditoría Superior del Estado exculpó a Marcelo de los Santos y a Fernando Toranzo de cualquier mal manejo del crédito de mil 500 millones de pesos del 2009, tal decisión, por si acaso alguien tenía alguna duda de que en San Luis Potosí no pasa ni debe pasar nada.
De octubre de 2015 a mayo de 2016 van 240 homicidios dolosos pero los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia viven como si no pasara nada. No es que sean conchudos o tengan una piel tan sensible como la de un elefante sino que sabe con certeza que en San Luis Potosí no pasa nada.
Unos Diputados panistas que se entusiasmaron de más viendo un comercial de Tecate, se la creyeron y se pusieron a ver más bax y por eso se lanzaron en contra de su compañera Josefina Salazar Báez en un caso de violencia política evidente en contra de una mujer, pero lo hicieron no solo porque ven mucho bax y se sienten bien broncos, sino porque simplemente, en San Luis Potosí no pasa nada.
El consejero de la Judicatura Carlos Alejandro Ponce Rodríguez es exhibido públicamente por un caso de influyentismo y conflicto de intereses en torno a su presunta responsabilidad en la muerte de un hombre. Incluso se ventiló una denuncia por las presiones ejercidas en contra de un juez, pero pecata minuta, en San Luis Potosí no pasa maldita la cosa.
Es más, en el poder judicial el nepotista presidente del Supremo Tribunal de Justicia le dio primero chamba a su hijo como juez, lo cual admitió al decir que eso mismo hacen en la Suprema Corte de Justicia de la Nación sino que ya tiene también a su hija para cuando haga falta. El trío nepotista existe porque en San Luis Potosí no pasa nada.
En la CEGAIP los diputados imponen a un priísta y en la UASLP el rector impone a los que quiere como directores de escuelas y facultades, en la Procuraduría aun no concluyen la averiguación abierta respecto del caso de la presunta intervención telefónica al secretario de Finanzas, José Luis Ugalde que, como se recordará, le dio pendejo e ingenuo a Juan Manuel Carreras López. Valga el añadido de estas tres nimiedades para reiterar que en San Luis Potosí no pasa nada.
