Ciudad de México (20 de septiembre de 2016).- El pasado sábado se hundió una lancha en el lago artificial de Valle de Bravo con al menos 20 jóvenes a bordo. Dos fueron las causas: el sobre peso y el estado etílico de los ocupantes que no midieron las consecuencias de abordar una embarcación que sólo estaba diseñada para 10 personas.
Así terminó uno de muchos excesos que se han venido registrando en el municipio turístico, donde hijos de políticos y empresarios -en su mayoría- llegan para hacer actividades deportivas o sociales. Desde el esquí, la regata y el velero, hasta paseos en yates y lanchas que terminan en fiestas donde el alcohol corren sin restricción alguna.
Tras el video difundido en redes sociales donde se observa el momento en el que el bote se va en picada, la Capitanía de Puerto de Valle de Bravo no dudó en señalar que los excesos de los jóvenes son cada vez más constantes, ya sea en fines de semana, puentes o vacaciones.
“Fue un exceso por parte del hijo del propietario de la embarcación, que no midió las consecuencias porque la embarcación tiene un certificado de seguridad para 10 personas, y el joven no tomó las precauciones por el estado en el que se encontraba y no midió las consecuencias”, refirió en entrevista para Noticias MVS José Juan Lozano Trujillo, Capitán de Puerto.
Pese al reglamento para la operación de lanchas, las restricciones en determinados sitios de la presa y medidas de seguridad que deben tomar los paseantes, en últimas fechas los llamados “juniors” se lanzan en sus botes privados y ya estando en el lago se avientan al agua para cambiar de bote sin utilizar chalecos salvavidas.
Gente por favor tengan cuidado y sean consientes de lo q hacen el lago se respeta y valle también pic.twitter.com/IP3pcOtXTI
— Valle de Bravo (@valledbravo) 18 de septiembre de 2016
“Los de una embarcación ven que esta su primo, su amigo, su compadre o su novia y se comienzan a cambiar de una embarcación a otra. No es que todas estén con sobrecupo, lo que pasa es que concentran en alguien que traiga la música o algo de bebida de más y ahí comienza la diversión”, agregó el Capitán Lozano.
Tras lo ocurrido el sábado, la Capitanía de Puerto anunció que se endurecerán las medidas de control y vigilancia sobre todas las embarcaciones, comenzando con las lanchas privadas sobre las cuáles habrá revisiones para impedir que suban a los botes personas en estado inconveniente o bebidas embriagantes. Este fin de semana arribarán a Valle de Bravo siete personas enviadas de La Marina Armada de México para tal efecto.
“Tenemos que endurecer la seguridad por medio del grupo Pro Valle, de los dueños de las marinas (lanchas), de los responsables de los Clubs y de los responsables de las embarcaciones. Que no se les permita a los jóvenes subir tanta bebida etílica”
Las autoridades responsables de la navegación en la Presa de Valle de Bravo piden la colaboración de las autoridades estatales y municipales, así como de las organizaciones y cooperativas de lanchas para frenar los excesos que puedan terminar en tragedia.
