Buenos Aires, Argentina (02 de enero de 2017).- El nuevo año comenzó en Argentina con una notable diferenciación en los festejos, muy activos en los barrios y zonas más ricas, y una evidente apatía en donde habitan las grandes mayorías con cada vez más bajo poder adquisitivo y se hizo evidente la marcada diferencia entre los poderosos “beneficiados” por el gobierno de Mauricio Macri, y los más golpeados por el ajuste, los tarifazos, la imparable inflación, el desempleo, la inseguridad, los escándalos en el Poder Judicial, cada vez más dependiente y la desesperanza.
El año 2016 terminó con el peor momento de Macri, en su primer año de gobierno cayendo la aprobación al Gobierno, la popularidad del presidente y también las expectativas para el año próximo. “El segundo semestre terminó mal” sostiene el analista Raúl Kollman en Página 12, en coincidencia con otros análisis de sectores incluso favorables al gobierno.
Se cita la encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), señalando que “cuando Macri asumió, los que se consideraban a sí mismos como oficialistas superaban a los opositores. En diciembre de 2015, 46 por ciento de los consultados se decían oficialistas y 38 por ciento se consideraban opositores.
En el medio, estaban los independientes. Al cerrarse 2016, el panorama cambió diametralmente: los opositores (46 por ciento) superan ahora en forma clara a los oficialistas (32 por ciento). Es decir que de un saldo a favor de 8 puntos, el gobierno pasó a tener un saldo en contra de 14. Su imagen perdió más de 16 puntos”.
Según Roberto Bacman de CEOP “una cuestión primordial se convierte en el principal impulsor de este mal momento que vive la actual gestión: la situación económica es percibida por siete de cada diez argentinos de manera negativa. El valor cuantitativo en sí mismo es importante, pero el otro dato a tener en cuenta es que esta percepción mantiene esta estructura desde el mes de agosto pasado. O sea que ya son cinco meses en que el 70 por ciento percibe que la economía está mal.
Añade que al mismo tiempo, uno de los aspectos fundacionales del relato M (Macri) va perdiendo consistencia, la percepción de la “pesada herencia” se va diluyendo a medida que pasan los meses.
“En el anterior trabajo del CEOP, la frase sobre la responsabilidad del anterior gobierno en la situación actual mostró una caída notoria: menos de la mitad de los consultados creen en que la culpa de los problemas de la actualidad la tiene el kirchnerismo”.
En cuanto a las expectativas y a pesar de la información falsificada de los medios masivos de comunicación, aliados mayoritariamente al gobierno que los favoreció, se advierte que en un contexto muy dividido la economía sigue manteniendo a un 50.3 por ciento que entiende que mejorará. Son los que se niegan a perder la esperanza y en los que el deseo puede más que la realidad (…) la percepción ha cambiado mucho con relación al año pasado, “cuando un 60 por ciento imaginaba mejoras sustanciales en la economía y tan sólo los opositores más abiertos (33,7 por ciento) se mostraban desconfiados”.
Pero hay otras cifras que darán a conocer investigadores tanto de sectores sindicales como universidades en esta próxima semana.
Denuncias.
“Desde su primer día este Gobierno inició una formidable persecución política, mediática y judicial centradas fundamentalmente en las personas de (la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y de muchos de sus funcionarios (…) todo esto tiene su máxima expresión en la detención de la líder de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, ilegítima en todas sus formas y presa política de este Gobierno y del régimen neoliberal”, sostuvo el último documento del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires.
Se anuncia en el texto un retorno a “las fuentes para ser la más genuina representación de los trabajadores y marginados de la Patria” y añade el documento que el peronismo de la Provincia de Buenos Aires reafirmando sus convicciones históricas, ratifica la necesidad de construir “un frente electoral representativo del movimiento nacional y popular que incluya a todos aquellos que sostienen las banderas de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social”.
Además, cuestionaron las políticas económicas del macrismo y sostuvieron que el principal enemigo es el neoliberalismo que en tan solo un año destruyó 500 mil puestos de trabajo, señala el comunicado.
Por su parte, los trabajadores del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación anunciaron unas horas antes de finalizar el año que se encuentran en estado de alerta y movilización permanente, “realizando una permanencia por tiempo indeterminado en el edificio ministerial en esta capital, “ante una nueva avanzada del gobierno de Macri contra nuestros puestos de trabajo y el sistema de educación pública en su conjunto y convocamos a organizaciones sindicales, políticas y sociales a defender en unidad el futuro de nuestra patria”.
Según su punto de vista “la gestión que hoy lidera Esteban Bullrich (Ministro de Educación nacional) anuncia más de 400 nuevos despidos de trabajadores que desarrollan sus tareas en distintas formas de contratación –tercerizados, en planta transitoria y en planta permanente-, más 2 mil 500 despidos de trabajadores en modalidad virtual que se suman a las decenas que hemos sufrido en este 2016.
Se advierte que “paralelamente, al despedir a los trabajadores, también se avanza en el vaciamiento de programas y políticas públicas que garantizan derechos establecidos en la Ley Nacional de Educación, la Ley de Salud Sexual Integral, de Seguridad Vial, entre muchas otras.
Este avasallamiento pone en jaque al sistema educativo en su conjunto, en clara intención de un retroceso que se caracteriza por el desmembramiento de las políticas nacionales en pos de nuevas prebendas para los gobiernos provinciales”.
Se comienza así el año con una serie de conflictos sociales abiertos lo que apunta a continuar e incrementar la protesta ya que se anuncian nuevos aumentos del transporte, de obras sociales, de tarifas en general y de precios.
La Justicia en el banquillo.
El escandaloso juicio y la condena a la líder social del movimiento Tupac Amaru, Milagro Sala, en la provincia de Jujuy por una protesta en 2009 contra el entonces senador Gerardo Morales actual gobernador,; y en la que nunca estuvo esta dirigente ni su organización, y luego la proscripción política absoluta, violan no sólo el derecho nacional, sino internacional. Además se violaron los fueros ya que Sala es diputada electa del Parlamento del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Organizaciones como Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, e importantes movimientos de derechos humanos de todo el mundo, incluyendo parlamentarios europeos exigen la liberación de la dirigente, con base en un análisis acucioso de las falsas pruebas presentadas por los abogados del gobernador Morales.
Todos advierten que esta detención viola los reglamentos y normas internacionales.
A esto se une ahora , la persecución abierta contra la ex presidenta, su familia y sus funcionarios abriendo varias causas a la vez, todas sin pruebas. Embargaron a la familia Kirchner sus bienes declarados. Pero la suma impuesta por el juez Julián Ercolini contra la mandataria es “un disparate”: mil millones de pesos, más de 600 millones de dólares que sabe que no existen ni responde esa cifra a las propiedades o dinero de la familia. Pero con ayuda de los grandes medios favorecidos por el gobierno de Macri, al que ayudaron en las pasadas elecciones, tratan de usar sicológicamente esta cifra para entretener a la población y encubrir las denuncias que existen contra el gobierno y varios funcionarios por el también escandaloso e legal acuerdo firmado con Qatar, utilizando los fondos de la Seguridad Social que eran intocables, para construir al fin una empresa offshore, entre otros objetivos ilegales.
Asimismo, retardan las causas abiertas contra Macri por las 50 empresas offshore que se le encontraron y las denuncias desde el exterior que son ignoradas por los grandes medios.
Se añade a esto la autorización del llamado Partido Judicial para reabrir la causa de la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros, que fue rechazada en varias instancias judiciales, por sus incoherencias y falta absoluta de pruebas, tratando de atribuir al gobierno pasado un supuesto acuerdo inexistente como tal con el gobierno iraní.
En realidad se trataba es de un Memorándum de Entendimiento para que pudieran ser indagados en Teherán los presuntos responsables del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, todos funcionarios del gobierno iraní lo que nunca pudo ser probado.
Lo más grave continúan siendo los acuerdos de seguridad firmados con Israel y Estados Unidos a espaldas del Congreso y del pueblo, afectando gravemente la soberanía nacional y el futuro del país, como denuncian aquí analistas y legisladores lo que se activará en las próximas semanas.
Fuente: La Jornada.
