Los reporterillos de Astrolabio Diario Digital echamos un vistazo al pasado y en esta sección le presentamos uno de nuestros hallazgos:
En la edición del diario El Universal del 29 de enero de 1850, hoy hace 167 años, encontramos la versión de lo que fue el Himno Nacional que precedió al actual, publicado como la recomendación de un lector que deseó compartir con los lectores del periódico el poema escrito por Félix María Escalante y que participó unos meses antes en el concurso para una versión del Himno Nacional con otros 29 concursantes. Este himno no tuvo mucha aceptación entre los mexicanos de aquella época y para 1854 surgió la versión del que todavía hoy es el himno vigente. Ante los embates trumpistas, aquel himno podría hoy recuperar cierta vigencia. He aquí el recorte:
Señores editores del Universal…
México, Enero de 1850
Muy señores míos: no habiéndose publicado aún la hermosa composición del joven literato D. Félix María Escalante, que en el concurso abierto en la academia de San Juan de Letrán obtuvo el premio y las justas alabanzas de los señores encargados de formar juicio de las piezas: de los miembros de la academia, y en fin, de todas las personas que presenciaron el acto y tuvieron el placer de escucharla; creo hacer un verdadero bien al público, presentándosela, al mismo tiempo que me complazco contribuyendo, aunque de un modo muy insignificante, en aumentar la fama que tan dignamente acompaña su nombre. Honrado con su amistad, no puedo menos de envanecerme al hacerlo, pues las glorias de un amigo llenan completamente el corazón del que merece verdaderamente este título.
Creo en vdes., señores editores, se hallarán poseídos de los mismos sentimientos que yo, y no rehusarán dar publicidad a la composición que les adjunta su afectísimo y seguro servidor Q.B.S.M. – A.D.B.
A LA PATRIA
Himno
– – – – – –
Coro
¿Por qué? ¡Oh, Patria! Se agita impotente
Tu furor contra el anglo-sajón
Que atrevido arrancó de tu frente
El laurel que tu frente ciñó
1º.
¡Cómo pudo el tirano Normando
Orgulloso pisar este suelo,
Y cubrirlo de afrenta y de duelo
Y tornarlo de sangre en un mar!
¿Dónde están los guerreros que un día
Sacudiendo audaces el yugo,
Que a la España triunfantes de plugo
A sus cuellos robustos atar?
Coro.
¿Por qué? ¡Oh, Patria! Se agita impotende &c.
2ª
Deja ¡Oh sombra de Hidalgo la tumba
Y terrible aparece la tierra
Que de un héroe los restos encierra,
No los debe afrentada cubrir,
Vengadora te mire mi patria
Pedir cuenta a cobardes traidores,
De tu gloria alcanzada en Dolores
De tu sangres vertida al morir.
Coro.
¿Por qué? ¡Oh, Patria! &c.
3ª
¡Cuánto irrita el funesto recuerdo
(falta una línea)
¿Quién no fue de su gloria testigo?
¿Quién pensó sin venganza vivir?
Odio eterno a magnates infames
Que baldón tan atroz han causado
Enervando el valor del soldado
En sangrienta discordia civil.
Coro.
¿Por qué? ¡Oh, Patria! &c.
4ª
Aún se escuchan relinchos sonantes
De corceles del Norte venidos,
Todo insulta a los pobres vencidos
Todo, todo a la vez sin cesar
Los pendones triunfantes flotando,
Nos indignan, nos causan sonrojos,
Y hasta el llanto que brotan los ojos
Con vergüenza sentimos brotar.
Coro.
¿Por qué? ¡Oh, Patria!… &c.
5ª
Escuchamos un tiempo en las plazas,
En donde antes brilló nuestro acero,
De enemigos el canto guerrero
Que entonaban un grito triunfal;
Y en las noches, cual nunca sombrías
A los ojos de un pueblo ultrajado,
La algazara del ebrio soldado
En nefanda y tenaz bacanal.
Coro.
¿Por qué? ¡Oh, Patria!… &c.
6ª
¡Libertad! Que de gloria radiante
Lanzas raudo tu carro en la tierra,
Sobre hogueras y sangre en la guerra
Sobre rosas y oliva en la paz.
¿Cómo fue que el ardor de tus hijos
Se apagó como chispas fulgentes,
Y al mirar alertados sus frentes
A otro lado volvistes la faz?
Coro.
¿Por qué? ¡Oh, Patria!… &c.
7ª
Sangres, sangre del fiero enemigo
Nos mitigue la sed de venganza,
Esa sangre que tiene la lanza
Del patriota valiente en la lid,
Si enojados los cielos no quieren
Te venguemos ¡Oh, Patria! con gloria,
Del gran libro verás de la historia
Borren ¡ay! El recuerdo de ti.
Coro
¿Por qué? ¡Oh, Patria! Se agita impotente
Tu furor contra el anglo-sajón
Que atrevido arrancó de tu frente
El laurel que tu frente ciñó
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