Se crea herramienta para medir impunidad

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Ciudad de México, (20 de abril de 2015).- La seguridad, el sistema de justicia y el nivel de respeto a los derechos humanos, tales como los desapariciones, las ejecuciones extrajudiciales y el número de personas torturadas o en carceladas —incluso por razones políticas— son indicadores claves para medir la impunidad en un país. Bajo este enfoque un grupo de investigadores mexicanos se dio a la tarea de estudiar el fenómeno en el mundo.

El rector de la Universidad de la Américas Puebla (UDLAP), Luis Ernesto Derbez Bautista, yAndrea Ambrogi Domínguez, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia Puebla, presentarán hoy el Índice Global de Impunidad (IGI) 2015, una investigación basada en datos oficiales y no en percepción.

Para la construcción de este índice se siguió la trayectoria del delito al castigo. Es decir, desde el registro del crimen por parte de la policía y la investigación, los procesados y condenados, hasta el sistema penal.

Todo este proceso está vinculado a la disponibilidad de recursos físicos y humanos en los sistemas de seguridad y justicia, puesto que ante la falta de éstos la probabilidad de que exista mayor impunidad incrementa.

En total se construyeron 14 indicadores potenciales y transversales medibles por el grupo de expertos nacionales e internacionales, entre ellos: cuántos policías y jueces hay en el país por cada 100 mil habitantes; cuantifica la capacidad de los penales y el número de personas por reclusorios e internos, lo mismo que el porcentaje de personas encarceladas sin sentencia o la proporción de quienes tienen sentencias de más de 20 años.

Luego de más de un año de analizar la información obtenida de 59 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Derbez Bautista, Ambrogi Domínguez y un gran equipo de expertos como Gerardo Rodríguez dan cuenta de lo que representa la impunidad en cada nación.

El IGI 2015 está basado en una serie de indicadores que permiten medir y comparar el grado de impunidad que permea en dichas naciones, pero además deja abierta la oportunidad para futuras actualizaciones y la elaboración de propuestas concretas de política pública.

Objetivos. “¿Por qué hablar de impunidad?”, cuestiona el documento.

“Resulta indispensable entender y medir a mayor profundidad los factores que la perpetúan dentro del funcionamiento institucional, porque la impunidad provoca la ausencia de confianza en las instituciones públicas; es decir, la ausencia de castigo representa uno de los principales obstáculos para la consolidación y el disfrute de los derechos humanos, la seguridad, la libertad y la justicia, puntos imprescindibles para garantizar un sistema democrático dentro de un Estado”.

En ese sentido, el Índice Global de Impunidad indica que el pilar básico para la construcción de la democracia es la administración de la justicia.

Falta atender impunidad en el país. En el caso de México se menciona que a pesar de suscribir leyes y cláusulas contra la corrupción, no se han logrado implementar las políticas para su erradicación. Esto es, que si se combatiera el problema de la impunidad, se podría reducir la corrupción en sus diferentes niveles de gobierno.

Señala que uno de los temas indispensables al hablar de impunidad es el respeto a los derechos humanos, “ya que es el propio Estado el que viola las normas y generalmente estas acciones quedan sin sanción”.

Explica que la impunidad al ser un fenómeno multidimensional y pluricausal, el IGI lo que buscó es medir a los países de una manera objetiva con indicadores que están vinculados al origen de la impunidad, y no como otros sistemas de medición que en lugar de utilizar datos reales, su información deriva de la percepción.

“La intención detrás del IGI es generar un modelo de medición capaz de medir tres dimensiones al menos para dos áreas de la gestión gubernamental, las cuales resultan cruciales en la capacidad del Estado para prevenir la impunidad: el sistema de seguridad y la administración de justicia, mismas que están divididas en estructural, funcional y derechos humanos”, refiere.

Al hablar de dimensión estructural el índice se refiere a la capacidad del Estado para castigar a aquellos que infringen la ley y dimensión funcional se refiere a los resultados sociales que, efectivamente, arroja el funcionamiento y acomodo institucional de cada país.

“En este documento se presenta una propuesta de medición de impunidad, mediante un índice que refleje la situación real, más que una percepción o medición cualitativa. Para ello se hace uso de la información sobre delitos y el sistema judicial a nivel país, la cual nos permitirá, además de hacer una comparación entre países, identificar obstáculos y requerimientos de información para construir indicadores de impunidad a nivel internacional”, se lee en un avance sobre este estudio.

Fuente: El Universal

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