Por Leonel Serrato
Ayer estuvo Andrés Manuel López Obrador AMLO en San Luis Potosí, vino a firmar el acuerdo que propuso para reconstruir a México.
Durante los últimos meses la vida nacional se ha sacudido poderosamente, tanto por los tremendos casos de corrupción que han salido a la luz pública, como por los cambios políticos habidos en los Estados Unidos de América tras la elección de Donald Trump, y en el ojo de ese huracán se vio de pronto toda la clase política mexicana.
Los políticos apenas atinaron a reaccionar ante los cambios, así fueron de súbitos y así de fuertes los procesos de transformación de nuestra realidad, y sólo uno de los políticos de todo el espectro tuvo una reacción con visos de medianamente aceptables por parte de la ciudadanía, y ese fue el Presidente Nacional de MORENA.
Mientras que el Partido Revolucionario Institucional PRI tenía que procesar todo el descrédito que le provocó la debilidad, tibieza e ineficacia de su postura frente a Trump, y los yerros de Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong a los que todos los mexicanos tundimos por el lamentable suceso de traer al candidato presidencial republicano a que nos insultara, su gerente general, el señor Enrique Ochoa vio cómo se hundió en el lodazal no sólo su partido, sino el Presidente Peña, y desde luego francamente inhabilitados para salir de las arenas movediza; intentó un par de visitas a los Estados Unidos, todas sin pena ni gloria, y apenas relevancia.
El Partido Acción Nacional PAN enfrentando los peores momentos de sus discrepancias internas por la irrupción de Margarita Calderón que desea ser candidata presidencial pese el tremendo hándicap en contra de su esposo, el Presidente de la Guerra contra el Narcotráfico, despojó a Ricardo Anaya de toda operatividad frente al terremoto Trump, y le desarticuló de modo tan severo que sus pronunciamientos suenan tibios e intrascedentes.
Ricardo Anaya enfrenta la embestida de los Calderón, y él mismo no atina a cerrarles el paso, pese a que cada minuto que Margarita sigue viva en sus aspiraciones le resta posibilidades al PAN de recuperar la marca opositora que tenía en todo el país; mire la muestra local, en donde pese a tener todas las herramientas a su alcance el PAN potosino es incapaz de librarse de las rémoras del Círculo Azul –Héctor Mendizábal y Enrique Flores– y presentar cara como una opción real frente a los proyectos de Ricardo Gallardo y su hijo José Ricardo Gallardo; está el PAN nacional tan inmóvil y estupefacto como el PAN potosino, casi por las mismas razones.
¿Y del Partido de la Revolución Democrática PRD que otra cosa se puede decir que no sea una jaculatoria por su eterno descanso?
El PRD se ha ido desmantelando a pasos agigantados y en un periodo de tiempo tan corto que no logran asimilar su debacle los que aún permanecen fieles; todo el episodio de Miguel Barbosa, su pronunciamiento por AMLO, su rebeldía cuando lo cesaron de la coordinación parlamentaria del Senado de la República, su sustitución y la suspensión en sus derechos que le sucedió, así como una mayoría de senadores perredistas que claman por apoyar al Presidente de Morena y unificar a las izquierdas para la Presidencia de la República, es un asunto tan penoso que exhibe al PRD como una institución en extinción.
Las elecciones del estado de México nos permitirán ponderar muchas cosas, y mirar con otros ojos el devenir de la sucesión presidencial de 2018, yo puedo adelantarle que una cosa por ahora es segura, y es que el PRD se volverá un partido intrascendente, siendo que ya lo es irrelevante en la vida nacional.
En San Luis Potosí el PRD no existe, lo destruyó el proyecto de Ricardo Gallardo y su hijo José Ricardo Gallardo, por lo que esa fuerza electoral estará en subasta tras las elecciones del estado de México, a ver quién las adopta, quizás pugnando porque lo haga MORENA, de quien ya tienen una categórica negativa.
AMLO firmó con varios miles de personas en la Plaza del Carmen el Acuerdo Nacional que lo trae por todo el país a un ritmo de vértigo, y en el evento debemos advertir varias señales, por ejemplo que uno de los oradores y presentadores fue Enrique Rivera Sierra, un icónico militante del navismo –Sarahí Esquivel Veloz fue su alternante, heredera de la prosapia de una familia intensamente opositora y civilista desde antes que ella naciera– y en el discurso de ellos y el de AMLO fue recurrente el nombre del doctor Nava y su legado nacional de incorruptibilidad y patriotismo.
AMLO tampoco recibió, vaya ni siquiera mencionó, al recién expulsado diputado local postulado por MORENA, y él desde luego no hizo acto de presencia.
Los más de doce invitados a firmar en el templete el acuerdo refieren bien el derrotero de MORENA, Francisca Reséndiz, lideresa sindical de burócratas estatales, a prueba de balas; el exdiputado federal perredista y alcalde de Tanlajás, Domingo Contreras Martel, un religioso marista, dirigentes estudiantiles de la Universidad, empresarios vallenses y capitalinos, como Jaime Chalita, el licenciado Eduardo Martínez Benavente, exdiputado local del PRD y la voz crítica más autorizada de San Luis Potosí, que si bien por más que no llegó para hacerlo en público, también firmó el acuerdo.
Es el peor momento para México, y trágicamente coincide con el mejor momento para AMLO y para MORENA, digo que trágicamente porque de ganar las elecciones de 2018 recibirían un país literalmente en ruinas, moralmente destruido y enfrentado con los Estados Unidos.
Un evento casi plástico, con un escenario bien escogido, al lado derecho del templete el Teatro de la Paz, y al izquierdo el Palacio Nacional, hoy Museo Nacional de la Máscara, sitios donde se firmaron los acuerdos que dieron inicio a la Revolución Mexicana al mando de los hermanos Flores Magón.
San Luis es así, siempre un espacio digno de reseña, por todo lo que engloba, por su historia y por las personas que han hecho esa historia. Por si se lo preguntaba, si, firmé el acuerdo, y acompañé el proceso, sólo adelanté más de un año el sentido de mi voto, conste.
Temario
- Esta semana sólo póngale especial cuidado al infame negociazo de las lámparas LED de la capital potosina; la Asamblea de vagos lo vuelve a hacer, ahora del brazo, y tan campante, de los júniores prillistas y del alcalde capitalino que se supone es de izquierda.
Leonel Serrato Sánchez
unpuebloquieto@gmail.com