Por Antonio González Vázquez
La vocación por la opacidad por parte de los servidores públicos de todos los niveles en San Luis Potosí está fuera de toda duda. Pregonan ser fieles seguidores de la transparencia pero en los hechos son vulgares simuladores.
La organización de la sociedad civil, Iniciativas Humanas revisó la Plataforma Nacional de Transparencia y los portales de información de los entes obligados de todos los niveles en el país, así como a los gobiernos estatales.
San Luis Potosí se colocó en la lista de 21 entidades federativas donde más deficiencias existen en materia de difusión de información. Se revisó de manera especial, metas y objetivos; remuneraciones; padrón de proveedores; bienes; viáticos; currículum vitae de funcionarios; presupuesto y compras, entre otros.
De una calificación mayor, San Luis Potosí alcanzó apenas un 2 y el estado que más puntos logró fue Tlaxcala con 9.
Peor imposible.
Pueden ofrecer discursos muy emotivos y comprometidos; pueden enarbolar la bandera de la transparencia y luego envolverse, pero en los hechos, lo que se hace en San Luis Potosí es ocultar la información.
Publican información poco útil y lo que importa lo esconden, como es el caso de las Declaraciones de Intereses, Fiscal y Patrimonial.
Todos, el gobernador, los diputados, los magistrados, los alcaldes y la burocracia en pleno de los tres Poderes son unos bocones; la Ley de Transparencia la utilizan para sacudirse el polvo de los zapatos.
Solo otro ejemplo para acabar con el cuadro:
El año pasado el Instituto Mexicano de la Competitividad difundió el Índice de Información Presupuestal Estatal 2016; revisó 100 variables sobre información relativa al presupuesto, su disponibilidad y accesibilidad a la población.
Seguro usted no se va a sorprender cuando le diga que según resultados, San Luis Potosí ocupó la posición 22 a nivel nacional, con un cumplimiento de información de apen as 60 por ciento.