La Silla Rota
La noche del domingo pudo haber pasado como una noche cualquiera para Tomás Yarrington. Viaje, registro en hotel y salida a cenar… nada extraño, al menos para él, que había elegido Italia para pasar sus días lejos de Tamaulipas, mientras autoridades estadunidenses y mexicanas lo buscaban por todo el mundo.
Él hacía vida de jubilado. Nada de abarrotarse en cuartos pequeñísimos subterráneos tan conocidos en el sur de Italia, donde decenas de prófugos ligados a las diferentes organizaciones criminales pueden pasar hasta años antes de ser encontrados por la policía.
Tan era normal su estancia en este país que se movía como pez en el agua. Cotidianamente vivía en Paola, una ciudad de poco más de 16 mil habitantes, perteneciente a la provincia de Cosenza, en la región de Calabria. Ahí lo más famoso y conocido es el Santuario de San Francisco de Paola, patrón de los calabreses, que data del siglo XVI.
Para los policías italianos que lo estuvieron siguiendo desde febrero de este año, cuando las autoridades estadunidenses, a través del Department of Homeland Security, el ex gobernador priista de Tamaulipas vivía así, como pensionado. Salía normalmente de la casa donde se encontraba, gastaba como si nada, viajaba de vez en cuando (siempre de Calabria a Florencia y viceversa. Algunas veces se movía a Roma y hasta ahí), y quizá hasta recibía alguna que otra visita de México.
Fuentes del Servicio Central Operativo, responsable de buscar y seguir a Yarrington desde febrero, narraron que ya las autoridades norteamericanas habían alertado de una posible cirugía plástica de Yarrington. Sin embargo, lo único que notaron cuando acertaron que la persona que habitaba normalmente en Paola mantenía las mismas características del exgobernador prófugo, fue sólo que estaba “muy avejentado”.
“Desde el mes de febrero cuando los norteamericanos nos pidieron colaboración para encontrarlo, pues tenían información de que este político había podido llegar a Italia, comenzamos a revisar nuestros bancos de datos porque era un hecho que, si era cierto que había entrado, lo habría hecho con documentos falsos”.
“Después, siguiendo sus características físicas, comenzamos a rastrear sus movimientos”. Hoteles, restaurantes y renta de carros fueron las primeras pistas que hicieron coincidir que un hombre de apellido Márquez Pérez -el cual presumía ser empresario- era ni más ni menos que Tomás Yarrington Rubalcaba.
Esa noche en la ciudad de Florencia, a 737 kilómetros de Paola, Yarrington vestía unos jeans, chamarra de piel y lentes de aumento. A decir de los policías que lo seguían, estaba tranquilo y en un principio se aferró en insistir que era sólo un empresario mexicano, que acababa de cenar como cualquier otro cristiano.
El de Yarrington, en Italia, es un caso abierto. Si bien fue detenido con fines internacionales, es decir porque autoridades de otros países así lo solicitaron, en Italia las investigaciones continúan.
Mientras Yarrington ya duerme desde el domingo en una cárcel florentina, la policía italiana investiga una supuesta pareja (mujer mexicana casada con calabrés) con quien Yarrington vivía o recibía diversos apoyos.
Investigan también al sujeto de origen polaco con quien el ex gobernador cenaba en Florencia esa noche y, sobre todo, indagan qué hacía Yarrington cuándo en Calabria y desde cuándo, toda vez que es cuna de la Ndrangheta y donde por cierto en 2009 se dieron a conocer los nexos que ya habían establecido grupos criminales del Cartel del Golfo con esta organización criminal para el tráfico internacional de cocaína.
Las fuentes del Servicio Central Operativo (SCO, por sus siglas en italiano) informaron que también estarían confirmando si Yarrington vivía solo o con su esposa y si en este tiempo sus hijos habrían venido a visitarlo.
La policía italiana confirmó que fueron sólo los estadunidenses quienes pidieron apoyo para su captura, pero que -aunque sobre él pesan dos cadenas perpetuas por tráfico internacional de droga, lavado de dinero, fraude bancario, evasión fiscal y falsedad de documentos- es probable también que pueda ser extraditado a México.
Una decisión aún en suspenso.
