Por Victoriano Martínez
En la adjudicación del contrato para el cambio de las lámparas de la ciudad por tecnología LED no sólo se incumplió con las obligaciones de transparencia, sino que se asignó prácticamente a ciegas sin la intervención de los organismos especializados para garantizar un equipo adecuado para la iluminación de la ciudad.
De un comparativo entre los fallos de licitaciones similares realizados durante el mismo mes de marzo de 2015 en la ciudad de Guadalajara y San Luis Potosí, es posible detectar la omisiones en que se incurrió en el proceso potosino, en aspectos fundamentales como pruebas físicas a los equipos y la consulta a organismos especializados.
Además de las omisiones, la diferencia en el costo de las luminarias entre ambas ciudades es que las potosinas tendrán un costo 2.23 veces más caras: Mientras en Guadalajara se asignó el contrato por 490.4 millones de pesos por 40 mil luminarias, aquí se pactó un costo de mil 301.9 millones por 47 mil 681 lámparas.
Una omisión elemental fue que, a diferencia del proceso de licitación de Guadalajara, aquí no se requirió a las empresas participantes la presentación de muestras de los equipos a instalar, ni se realizaron pruebas de banco y de campo para comprobar la calidad de las luminarias que se ofrecieron para instalarse.
Mientras en Guadalajara se revisaron los equipos con la intervención de organismos especializados y el personal técnico de la dirección de Alumbrado Público, aquí se optó por una compra a ciegas, pues bastó la descripción de los equipos en documentos para considerarlos aptos.
La compra a ciegas se agrava con el hecho de que, aunque hubo dos empresas que se inscribieron para la licitación, al momento de la presentación de propuestas sólo Panavi y sus asociadas presentaron un proyecto que, sin mayor trámite, se calificó procedente al dar por válidos los dichos de las empresas.
A diferencia del proceso realizado en Guadalajara, aquí se omitió presentar las opciones a la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía Eléctrica (CONUEE), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que, en el caso tapatío el fallo incluye sus opiniones.
Esta omisión deja fuera a San Luis Potosí de obtener apoyos económicos para el cambio de luminarias por parte de la CONUEE, que podrían representar hasta 10 millones de pesos de ahorro anuales, y también el reconocimiento de los ahorros de energía por parte de la CFE y su consecuente descuento en la facturación.
En el fallo de la licitación potosino también se omitió requerir a la empresa ganadora de la licitación, en este caso Panavi, la presentación de las fianzas del 10 por ciento sobre el monto del contrato y de la inversión, para garantizar el cumplimiento de lo pactado.
El proceso de licitación tapatío estuvo abierto a la participación de organismos empresariales y un consejo de transparencia, quienes participaron en la sesión del fallo y firmaron el acta, en tanto que aquí la sesión corrió a cargo únicamente de funcionarios municipales.