Caja Negra: María de Jesús, una lucha ejemplar

Por Antonio González Vázquez

María de Jesús Almendárez Prieto cumplió ayer  una semana encadenada en las oficinas de la Oficialía Mayor de Gobierno del Estado. Se ha encadenado como un acto de resistencia y quizá, de rebeldía en contra de la indiferencia de un gobierno que, como el de Juan Manuel Carreras, también merece ser señalado en diminutivo.

Un Carreritas y un Gobiernito; los dos tan chiquitos que hay que hablarles despacito y quedito, no se vaya a alterar su sueño.

Una trabajadora de Gobierno del Estado, acosada y abusada sexualmente por otro empleado de Gobierno del Estado. Si eso no fuera suficiente, le pisotean sus derechos y la tratan como si fuera nada y nadie.

Acostumbrada a la adversidad en su entorno, denunció a su acosador y abusador, Juan Martín Gatica Izaguirre, empleado de la SEDUVOP y protegido de la eterna lidereza sindical del SUTSGE, Bernardina Lara. Con todo y eso, la autoridad judicial le dicto la formal prisión, aunque goza de libertad.

Atreverse a denunciar públicamente a su acosador y abusador fue para ella como una maldición, pero de igual modo, una oportunidad para iniciar una ejemplar lucha contra poderes absolutos como el de Bernardina Lara.

A raíz de su denuncia hace ya cuatro años, en la SEDUVOP ya no la querían ver los del sindicato de Nina y presionaron para que a María de Jesús, por encima de sus derechos, la cambiaran de centro de trabajo.

A las órdenes de Bernardina Lara no hay quien en el gobierno diga que no. Por eso, a María de Jesús la han llevado de un lado a otro, de oficina en oficina, como  una indeseable, como si fuera cualquier cosa.

Con la dignidad propia de una víctima que se niega a vivir como víctima,  se ha enfrentado a la discriminación y una insoportable estrategia burocrática orientada a desgastarla hasta acabarla.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación al gobernador Juan Manuel Carreras para que María de Jesús sea reinstalada en su fuente de trabajo y cese el hostigamiento en su contra.

Por supuesto, el Gobierno no ha cumplido.

Ella se encadenó porque en el gobierno de Carreras o Carreritas, no hay quien atienda y resuelva algo.

El gobernador en su momento recibió cartas de María de Jesús denunciando los hechos y le importó poco menos que nada. Si eso hace el gobernador, pues habría que imaginar lo que hacen sus subalternos con los problemas: los ven, los miden, los analizan y luego como si fuera papel periódico, lo reducen a nada y lo lanzan al bote de la basura.

Tan es así el estilo de gobernar que si asesinan a seis mujeres en cuatro meses, no pasa nada.

Si se encuentra una cabeza humana frente a las oficinas de la policía, no pasa nada, sólo es una cabeza, malo que fueran ya sea cien o mil.

Incapaz de resolver un asunto como el de María de Jesús, la administración de Juan Manuel Carreras se debate en su mediocridad, la mediocridad de un gobernadorcito y su gobierno chiquito.

Ella sigue por tanto encadenada, no le dejan alternativa.

Puede ser que sea el momento para que ella también le envíe unos huevos al gobernador.

 

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