Los reporterillos de Astrolabio Diario Digital echamos un vistazo al pasado y en esta sección le presentamos uno de nuestros hallazgos:
“En todas partes son la misma cosa”, comienza el suelto de El Partido Liberal citado por El Monitor Republicano del 18 de junio de 1885 para relatar un terrible caso de pederastia clerical y otro de abuso sexual por parte de otro cura. Todo indica que habrá que considerar igual que “en todos los tiempos son la misma cosa”, porque noticias sobre ese tipo de casos hoy siguen ocupando espacios en los medios de información –muy a pesar de que el diputado Sergio Desfassiux se queje porque no sirvan de pantalla para minimizar la red de corrupción legislativa. Pero si el señor diputado quiere leer sobre el tema, aquí le dejamos un recorte de hace 132 años:
Los señores de sotana y cerquillo
Todo es del “Partido Liberal”, título y suelto. Oigámosle:
En todas partes son la misma cosa. El cura de Orizatlán, imitador no de los ejemplos altamente moralizadores del Cristo, sino de las aventuras del Tenorio de Zorrilla, reduce y viola a una niña joven y hermosa; pero el desenlace de este drama nada influye en el ánimo del curita de Cocula que, contra el precepto determinante del Decálogo, encuentra muy de su gusto a la mujer ajena. La señora esposa de Isaac V. Flores es un bocado apetitoso; y el fraile de Cocula es un verdadero polífago cuando se trata de esta clase de manjares. Flores sólo está casado civilmente: esto según el juicio de la “Santa Madre Iglesia”, es un concubinato. El buen sacerdote conjura al matrimonio al buen vivir; y como medida precautoria, en tanto que la unión se legaliza con la bendición sacerdotal, arranca a la mujer del lado del marido, la hace su querida, pensando sin duda que, para mancebías él es mano.
¿Qué el Sr. Isaac V. Flores no encuentra digna de imitarse la conducta del ofendido que dio a su colega de Orizatlán pasaporte para el otro mundo?
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