Por Victoriano Martínez
El Congreso del Estado es sólo uno más entre los 120 donadores con que cuenta el Banco de Alimentos de San Luis Potosí, A.C. (BAALI), para realizar su labor de apoyo a las comunidades marginadas en el estado, señaló Juan Carlos Wehr Rodríguez, director general de esa institución privada de asistencia social.
Explicó que del 6 de enero de 2016 al 17 de mayo de este año, el BAALI recibió 19 donativos del Congreso del Estado por los que emitió los respectivos recibos deducibles de impuestos, además de que recibieron cheques para abono a cuenta del beneficiario, por lo que todos esos recursos ingresaron directamente a la cuenta bancaria de la organización.
En esos 17 meses, el Banco de Alimentos recibió de la actual Legislatura un monto acumulado de 680 mil 313 pesos, es decir, un promedio de 40 mil pesos mensuales, que representan en torno al 4,4 por ciento de los gastos que tiene ese organismo.
El diputado Manuel Barrera Guillén incorporó a sus comprobaciones de gastos entre enero y julio de 2016 12 de los 19 recibos del Banco de Alimentos, que acumulan un monto de 221 mil 814 pesos.
Wehr Rodríguez indicó que el BAALI ejerce un presupuesto mensual que supera los 900 mil pesos, según el flujo de apoyos que recibe tanto en recursos económicos como en especie, con los que se atiende a más de 60 mil beneficiarios.
“Tenemos una lista de beneficiarios con nombre y apellido; a todos se les hace un estudio socio económico y se captura en una base de datos que forma parte de la red de Bancos de Alimentos de México”, explicó.
Agregó que San Luis Potosí posee uno de los Bancos de Alimentos que tiene de los mayores números de beneficiarios, lo que le permite contar con apoyo de donativos en especie provenientes de otras entidades del país, dado que el BAMX distribuye los donativos que capta según el censo de beneficiarios de cada Banco de Alimentos estatal.
“Nos acaba de llegar un tráiler de papaya que viene desde Chiapas, es un donativo por el cual a nosotros nos toca pagar el traslado y hacer las maniobras aquí para su distribución, se calcula el gasto total y se establece una cuota mínima de recuperación muy simbólica a quien finalmente recibe el producto”, indicó Wehr Rodríguez.
Dijo que desde hace dos años, el BAALI ya no sólo se dedica a la distribución de alimentos para atender a las clases más necesitadas, sino que inició varios programas de apoyo para contribuir a sacar de la pobreza alimentaria a sus beneficiarios, entre los que destaca el proyecto “Caminando Juntos por San Luis”, que está siendo observado por otros bancos para tomarlo como modelo.
Este proyecto, dijo, incorpora la enseñanza del idioma inglés, alfabetización, capacitación para huertos de traspatio con la entrega de gallinas en comodato para la producción de huevo para autoconsumo y, si hay excedentes, a las grandes tiendas, así como cursos de gastronomía.
“Ya se tienen resultados de personas que por contar con inglés pueden encontrar un mejor trabajo, o graduados de los cursos de gastronomía que ya pudieron colocarse en la industria automotriz, hasta un grupo de señoras en Escalerillas que comenzaron su propio negocio de venta de pizzas”, comentó Wehr Rodríguez.