Por Antonio González Vázquez
Según el gobernador, Juan Manuel Carreras, el PRI va ganar las elecciones locales de 2018 y según el dirigente estatal del PRI, Martín Juárez, el gobierno de Carreras es el principal activo político del partido para ganar.
Todo hace indicar que ambos se engañan a si mismos.
En la sede estatal del Revolucionario Institucional, el gobernador no escuchó una sola crítica de su partido a su gobierno y de él no salió autocrítica alguna; partido y gobernador se adularon uno a otro en una especie de competencia melosa ridícula semejante a los usos políticos priístas de hace treinta años.
Con el estado salpicado en sangre por la enorme violencia que se abate desde el inicio de su gestión, Carreras se da oportunidad para ponerse la camisa del PRI y hacer vaticinios que ni le corresponden ni le pide nadie.
A decir de Carreras su partido “está de pie” y también está “activo” y “trabajando” para ganar las elecciones de senadores, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales del año próximo.
Si el PRI está trabajando al ritmo que trabaja el gobierno de Carreras lo que le espera al tricolor es una estrepitosa derrota, eso que ni que.
“Estamos construyendo con convicción y responsabilidad todos los pasos necesarios para llegar fuerte sólidos y como gran partido al proceso electoral de 2018”, dijo Carreras en el auditorio Plutarco Elías Calles donde lució una camisa blanca con el logo del PRI y personalizada que le regalaron en el partido. De hecho toda la directiva priísta iba uniformada y luego entonces, el gobernador se comportó como priísta, es decir, le dio rienda suelta a la simulación.
Sino mire usted amable lector lo que le dijo al gobernador la Secretaria General Sustituta del CDE, Rosario Sánchez Olivares: “señor gobernador, usted con trabajo firmeza, tesón y dedicación hace que en San Luis Potosí prosperemos juntos”.
Y Martín Juárez, el anodino presidente del partido no se quedó atrás y le dijo así al señor gobernador: “tenemos un gobierno honesto y emprendedor y la capacidad de enfrentar el proceso político con aptitud, actitud, capacidad y liderazgo de todos”.
En los hechos, el PRI está semiparalizado mientras que el alcalde capitalino, Ricardo Gallardo Juárez anda activo en campaña desde el primer día que asumió la presidencia municipal.
De hecho, su trabajo de proselitismo desde hace mucho que rebasó las comarcas de la capital y Soledad de Graciano Sánchez y sus activistas andan sueltos en toda la entidad.
Ante eso, el PRI ni las manos han metido.
No se ve cómo vayan a ganar las elecciones del 2018, el hecho de que lo diga el gobernador no significa absolutamente nada.
Carreras se acerca a su segundo año de gobierno y la prosperidad ofrecida no ha llegado ni tantito. Como publicó este periódico digital hace unos días, más de medio millón de potosinos tiene ingresos menores a dos salarios mínimos diarios.
Eso no es prosperidad.
En el primer trimestre del año, 190 mil 672 trabajadores recibieron como remuneración un monto inferior a un salario mínimo, es decir, 80 pesos.
Eso no es prosperidad.
Solamente 259 mil 704 personas ganan de dos a cinco salario mínimos.
Eso no es prosperidad.
Apenas 42 mil 781 personas ganan de cinco a diez salarios mínimos.
Eso tampoco es prosperidad, bueno si lo es, para unos cuantos.
Y peor: Solamente 12 mil 256 personas ganan más de diez salarios mínimos, sobra decir que en esta franja selecta están todos los políticos y gobernantes locales como el propio Carreras quien si conoce bastante bien la prosperidad.
El PRI y el gobernador se engañan y el tiempo lo dirá.