Por Antonio González Vázquez
El Frente Ciudadano Anticorrupción entregó en el Congreso del Estado un oficio dirigido a los integrantes de la Comisión de Vigilancia para que se muestre voluntad política que permita la participación de la sociedad en el proceso de elección del Auditor Superior del Estado.
La Comisión de Vigilancia citó a reunión de trabajo a fin de revisar los avances del anteproyecto de convocatoria, en cuyo caso, el Frente Ciudadano Anticorrupción demandó que se de atención a las propuestas de aspirantes al cargo que proponga la sociedad.
La máxima apertura para que organizaciones de la sociedad puedan participar en el proceso por la vía de un acompañamiento en todas las etapas previstas por la Ley –especialmente en la etapa de entrevistas a los aspirantes.
La máxima publicidad en todas las etapas del proceso, para que la sociedad en general pueda ser vigilante permanente del desarrollo del mismo.
La completa voluntad de aceptar las observaciones que, derivadas del acompañamiento indicado en el punto número 1, diversas organizaciones de la sociedad civil le hagan llegar a esa Comisión, entre las que indudablemente participarán las agrupaciones que participan en este Frente.
Adoptar mecanismos de selección y evaluación con criterios objetivos más que subjetivos para justificar el dictamen final que presente las ternas que serán sometidas al Pleno.
Del mismo modo, le recuerdan a los legisladores que luego del escándalo de la Ecuación de Corrupción, en un desplegado público se exigió a la legislatura actuar con transparencia en el nombramiento del auditor que supla a Jesús Martínez Loredo, por lo que en el oficio entregado esta mañana se insiste en:
“Someter el nombramiento del nuevo Auditor Superior del Estado a que sea la ciudadanía la que les proponga una terna de candidatos que garantice que sea nombrada una persona independiente, con experiencia y conocimientos, con autoridad moral tal que su sola presencia inhiba a los delincuentes y, sobre todo, con valor civil para imponerse y resistir los embates de los auditados”.
Al final del oficio, se envía un mensaje a cada uno de los diputados integrantes de la Comisión de Vigilancia y dice lo siguiente:
“Resulta pertinente recordarle que al asumir el cargo, protestó cumplir y hacer cumplir la Constitución y, de no hacerlo, aceptó que “el pueblo se lo demande”. Las omisiones en las que, como cuerpo colegiado, incurrieron al no evitar que operara la ecuación de la corrupción hoy legitiman esta demanda ciudadana.
Confiamos en que no protestó en vano”.