Asesinatos inauditos; los colgados de agosto

Por Antonio González Vázquez

Vigésimo tercer mes de gobierno, el mes de los colgados. Cuerpos agredidos, torturados; cuerpos vencidos, yacidos con los ojos en blanco como mirando al abismo, el abismo de la muerte. Los cuerpos colgantes como las ramas muertas de un árbol sin vida, seco y fantasmal. Los puentes de los colgados de agosto, oscilantes de madrugada, rotos y sangrantes. El mes 23 de gobierno de Juan Manuel Carreras bajo la pálida luz de los cirios en los velorios. Los cuerpos inmóviles, paralizados, fríos en las calles en las que, dijo el gobernador, él puede caminar tranquilo. Esta es la crónica de los ejecutados a un mes del segundo informe de gobierno.

El 27 de julio hacia el mediodía en la colonia  Valle de Cactus en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, dos sujetos armados descendieron de su camioneta negra y tocaron el timbre de una casa. Apenas y les abrieron la puerta empezaron a disparar de modo que un joven de unos 20 años cayó abatido de inmediato, mientras que un adolescente de 16 fue herido por la trayectoria de un proyectil en  el abdomen. Los agresores huyeron del lugar y después ya no se supo nada.  

El 28 de julio en la colonia Las Piedras, una de las más violentas de la ciudad, dos adolescentes fueron ejecutados por integrantes de una pandilla. Uno se llama Mauricio y le decían  El Mayín y tenía diecisiete y otro era Alejandro y tenía quince. Junto con otros jóvenes compartían la banqueta de la calle Lutita en Las Piedras cuando pasaron por el lugar unos sujetos y les dispararon. La policía recibió el llamado de ayuda pero no fue más allá de reportar la agresión pues no se supo nada de los responsables.

A media tarde del primero de agosto, Alejandro conducía su motocicleta por la zona centro del municipio de Matehuala cuando lo alcanzaron unos individuos fuertemente armados que, de frente, lo acribillaron. Lo abatieron de ochos tiros en distintas partes del cuerpo. Alejandro tenía 26 años cuando lo ejecutaron.

En la madrugada del día dos de agosto, en la calle de Insurgentes, frente al edificio de Seguridad Pública, de lado de donde está el centro de operaciones de la Policía Ministerial, fue abandonado el cuerpo de un hombre de unos 25 años de edad quien presentaba herida por arma de fuego en la cabeza.

Anochecía el día 4 de agosto en la colonia el Aguaje en la violenta zona metropolitana de la capital y Soledad de Graciano Sánchez y todo parecía en paz, hasta que se escucharon gritos y disparos, luego el fragor de una persecución a plena carrera entre bandas rivales. Lo que ocurría es que acababan de matar a un adolescente de 17 años de tres tiros de arma de fuego. La policía llegó, pero solo a levantar el cuerpo.

Daban las cinco de la mañana del 4 de agosto y en  un pasaje desierto de la colonia Cactus, unos jóvenes terminaban su juerga cuando de pronto se encontraron con el cuerpo de un hombre bañado en sangre. Junto al cuerpo, había piedras de distintos tamaños y grosores y a lado de la cabeza una gran piedra del tamaño de un balón de fútbol con la que le destrozaron el rostro al desconocido de unos 30 años de edad. La policía confirmó que la víctima fue abatida a golpes y pedradas; el golpe final fue un severísimo golpe en la cara que rompió como una sandía la cabeza del sujeto.

En la peligrosa colonia San Luis Rey siendo las ocho menos treinta de la noche del día seis de agosto mataron al “Carnal”. Bebía acompasadamente con unos cuates en la esquina de las calles Laguna Mayrán y Lago Zumpango cuando paso por el lugar un auto Tsuru, desde cuyo interior, unos sujetos le dispararon de manera tan certera que le dieron cuatro tiros en tórax y espalda.

Adalberta, una maestra de primaria fue asesinada de manera cruel por un torvo adolescente de diecisiete años de edad de nombre Edén. La mató cuando caía la tarde del seis de agosto en la colonia Centro del municipio de Xilitla, la apuñaló luego de que le prohibió mantener noviazgo con su hija. Reportes de la policía precisaron que la hija de la maestra acusó a Edén y que éste fue detenido cuando estaba por cenarse unos tacos en la comunidad de La Joya. Por cierto, andaba algo ebrio y no se resistió la detención.

A Juan Carlos lo mataron de un balazo en la puerta de su casa. Sucedió que el 6 de agosto cuando ya oscurecía en el municipio de Villa de Zaragoza, Juan Carlos escuchó que tocaban a la puerta de su domicilio; salió y abrió y lo que encontró fue la muerte. Le mataron con un disparo en el tórax y nadie supo quién fue.

Era la madrugada del 6 de agosto y en la comunidad de El Rosario en el municipio de Villa de Arista, una pareja que regresaba de una fiesta se encontró en el camino con la agria y cruel sorpresa de toparse con el cuerpo sin vida de un hombre de apenas 17 años a quien alguien asesinó en el amparo de la oscuridad.

Como a las siete de la mañana del siete de agosto en la cabecera municipal de Ahualulco fue localizado el cuerpo de un hombre cuya identidad no fue esclarecida por las autoridades. No parecía ser un habitante de ese lugar y no portaba identificación; lo único que la policía logró confirmar fue que al desconocido lo abatieron a balazos.

En escueto reporte, la Policía Ministerial dio cuenta del hallazgo del cadáver de un hombre de unos 25 años de edad que fue localizado en el municipio de Mexquitic. Le quitaron la vida a fuerza de puñaladas y balas.

En un camino oscuro y desolado del semidesierto fueron localizados los cuerpos de un hombre y una mujer. Estaban maniatados y habían sido torturados cruelmente; tenían los ojos vendados y disparos de arma de fuego en la cabeza. En la madrugada del 8 de agosto vecinos de la comunidad de Illescas en el municipio de Santo Domingo encontraron los cuerpos y lo denunciaron a la policía.

Bajo el puente elevado del Libramiento Norte a la altura de la comunidad de Estanzuela, municipio de Mexquitic de Carmona unos campesinos que iban a su parcela se encontraron con el cuerpo de un hombre que pendía del puente. Eran las cinco de la mañana del 8 de agosto cuando vieron que junto al cuerpo había una cartulina con el mensaje mortal de los criminales. El cuerpo de un hombre no identificado había recibido tres impactos de bala, dos en la cabeza y uno en el pecho.

El 8 de agosto, en la colonia Valle Verde y carretera a Zacatecas, en la capital potosina, se reportó que en un vehículo sedán, color blanco, se encontraban varios hombres armados, por lo que agentes de la policía estatal acudieron al lugar, donde fueron recibidos a balazos por dichas personas. Comenzando una persecución entre los sospechosos y la policía, quien repelió la agresión y más adelante, el vehículo se detuvo y dos de los hombres lograron darse a la fuga, mientras que en el lado del copiloto se encontraba una persona sin vida.

En un puente subterráneo tan oscuro como abandonado en el bulevar Antonio Rocha Cordero un hombre encontró la muerte. Era la madrugada del 12 de agosto cuando dieron aviso a la policía. Alguien que se atrevió a cruzar el puente para ir a la comunidad de Tierra Blanca fue quien descubrió el cuerpo tirado de un hombre de unos 25 años de edad. Lo habían torturado y estaba atado con cinta canela de los pies y brazos; su cuerpo presentaba incontables heridas que hicieron suponer a la policía que había sido ejecutado a golpes.

El domingo 13 de agosto en la peligrosa colonia San José del municipio de Soledad de Graciano Sánchez unos sujetos armados dispararon desde un vehículo en movimiento y ejecutaron a un sujeto de unos 30 años de edad que caminaba tranquilamente por esa colonia. No se supo nada de los agresores ni de la víctima cuyo cuerpo no fue reclamado por nadie.

Una mujer caminaba con su hijo por la carretera San Luis-Ríoverde por la tarde del 13 de agosto, pero sin que se supiera quién ni porqué, desde una camioneta les dispararon hasta matarlos. La Policía no ofreció más detalle del doble crimen que ocurrió en esa carretera a la altura de la comunidad de Jassos.

Hacia las ocho de la noche del domingo 13 de agosto en la colonia Bustamante del municipio de Matehuala un hombre en silla de ruedas que estaba fuera de su casa, fue ejecutado por un individuo armado que pasaba por el lugar a bordo de una motocicleta. La víctima se llamaba Lucio y tenía 42 años de edad, estaba en silla de ruedas porque ya antes había sido herido, al parecer, en un hecho delictivo pues se dedicaba a asaltar.

Amanecía el lunes 14 de agosto y en la semipenumbra de un puente en la zona del Periférico se balanceaba el cuerpo de un ejecutado; sus victimarios lo mataron y luego lo colgaron para dar cuenta de lo que son capaces de hacer. El cuerpo oscilante atemorizó a los automovilistas que pasaban por la zona en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, cerca del entronque a la carretera 57 México-Nuevo Laredo.

Por la tarde del 14 de agosto en un páramo de la Delegación Municipal de Bocas fue localizado el cuerpo de un hombre que, antes de ser ejecutado, fue torturado. Habitantes de la comunidad de El Refugio denunciaron a la policía el hallazgo: el cuerpo tenía los pantalones debajo de las rodillas y presentaba heridas múltiples y estaba con la boca abierta entre la tierra.

Durante los primeros minutos del 15 de agosto, en la colonia Los Tamarindos del municipio de Tamazunchale, dos sujetos que viajaban a bordo de un vehículo hicieron alto en la esquina de la calle Mártires de Cananea y se emparejaron con una motocicleta en la que iban un hombre y una mujer. Los presuntos delincuentes al identificar a Ulises de Jesús de 25 años de edad, le dispararon y lo mataron; su compañera resultó herida de un brazo.

En un camino de la comunidad de Los Gómez en la zona de Soledad de Graciano Sánchez fue localizado el cuerpo de un hombre ejecutado. Pasado apenas el mediodía del 15 de agosto, unos campesinos que se dirigían a una parcela para continuar con sus labores del día, se encontraron junto a unos mezquites el cadáver. La policía reportó que la víctima fue abatida con disparos de fusil AR15 y que junto a éste había una cartulina con el mensaje de un grupo del crimen organizado.

En un solar de la delegación de Villa de Pozos de la capital del estado fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre de unos 20 años de edad. El día 17 de agosto lo ejecutaron con dos balazos en la frente. Entre montones de escombro y basura yacía tendido el cuerpo con el rostro hacia el piso. Presentaba severos golpes en el cuerpo y violencia extrema en el cuello, al parecer, primero habían intentado ahorcarlo.

Poco después del mediodía  del 17 de agosto Mireya fue asesinada por sus presuntos secuestradores que luego abandonaron su cuerpo en un baldío de la delegación municipal de Villa de Pozos en la capital del estado. La mataron a puñaladas y luego la dejaron boca abajo y maniatada en la colonia Laguna de Santa Rita. La Procuraduría General de Justicia reportó que abrió una carpeta de investigación por feminicidio.

Daban las tres de la tarde y la gente que comía en paz en la Tercera Grande interrumpió sus alimentos al escuchar el eco de tiros de arma de fuego. Los vecinos de la calle Juárez salieron a ver qué ocurría y da el caso que un pandillero de nombre Rodolfo se desangraba en el suelo. Le habían disparado cuando alardeaba que él hacía lo que le venía en gana y nada le pasaría, pero alguien tan pendenciero como él pensó lo contrario, se lanzaron a los golpes y luego desenfundaron sus pistolas, pero Rodolfo llevó las de perder y cayó muerto el día 19 de agosto.

A las nueve de la noche del día 20 de agosto, Los Ponys y Los Ántrax tuvieron un desencuentro fatal en calles de la colonia Julián Carrillo en la capital potosina. Hordas de jóvenes y adolescentes estallaron en reyerta violenta y se trenzaron fuerzas con saldo de un muerto y un herido. La policía intervino cuando los caldeados ánimos se habían enfriado y El Jairo ya estaba muerto de un balazo en el pecho.

Tenía apenas 17 años de edad cuando lo masacraron a puñaladas. Sucedió en la violentísima colonia Rancho Pavón tercera sección del el igual de violento municipio de Soledad de Graciano Sánchez. La policía encontró el cuerpo desmadejado sobre una acera en la calle Libertad. Los vecinos que veían aterrorizados la escena le dijeron a la policía que no sabían el nombre de la víctima, pero lo conocían con el apodo del Treinta. Tenía 17 años y lo mataron el 21 de agosto en punto de las tres de la tarde.

Como a las once de la mañana del 21 de agosto quienes pasaban por la calle Los Naranjos cerca del centro de la cabecera municipal de Ríoverde, identificaron cierto olor nauseabundo; creyeron que se trataría de algún animal muerto que con el paso de los días ya se había descompuesto. Unos curiosos no se aguantaron la tentación de indagar si la fetidez correspondía tal vez a un perro, así es que buscaron en un predio junto a la gasolinera y  encontraron el cuerpo en estado de putrefacción de un hombre. La policía al llegar al lugar de los hechos reportó que se trataba de un hombre de unos 38 años que no fue identificado.

A las dos de la mañana del 22 de agosto los automovilistas que circulaban por la carretera San Luis-Matehuala, tramo Soledad de Graciano Sánchez, se alarmaron al ver el cuerpo de un hombre que colgaba del puente de Periférico Oriente. El cadáver pendía de una soga y a su lado una lona de buen tamaño con un mensaje de un grupo criminal denominado Cartel del Noreste. La víctima un sujeto de unos 35 años de edad que antes había sido policía estatal. Le dispararon en varias ocasiones en la cabeza, le cubrieron de cinta canela la cara y estaba maniatado de pies y manos; luego de ejecutarlo, lo colgaron.

Antonio Mateo apenas tenía 14 años de edad cuando lo mataron. Anochecía el 22 de agosto en la comunidad de Chalco del municipio de Axtla y Antonio escuchó gritos de auxilio de su abuelo Ezequiel quien se resistía a un robo. Antonio salió en defensa de su abuelo y entonces el agresor se volvió en contra de él y lo atacó con una navaja. Varios lances de la navaja alcanzar el cuerpo de Antonio que se dobló ya cayó al suelo y minutos después murió, aún era un niño.

Al filo de la medianoche del 22 de agosto, un sujeto que se cubría el rostro con una capucha se acercó a Carlos Santiago y de inmediato lo atacó. En la comunidad de Tampemoche, municipio de Aquismón, La madre del joven de 18 años de edad le dijo a la policía que encontró a su hijo sangrado y alguien le dijo que un encapuchado le había disparado. Carlos Santiago estaba a punto de llegar a su casa, pero la muerte lo encontró antes. Le dieron cuatro balazos.

Al atardecer del día 23 de agosto, Abraham Josue fue ejecutado en un barrio del municipio de Tamazunchale. Lo acribillaron y su cuerpo inerme quedó tendido junto a un enorme anuncio de cervezas Tecate. Caminaba con rumbo a su casa cuando unos sujetos armados lo alcanzaron y tras dispararle, huyeron.

En un solar entre las colonias Guanos y San Felipe en la franja entre la capital y Soledad de Graciano Sánchez quedo tendido el cuerpo de un hombre de unos 35 años de edad que presentaba múltiples heridas por cuchillo. Personas que pasaron por las vías del ferrocarril observaron a lo lejos el cuerpo de alguien, se acercaron para comprobar si se trataba de un borracho o de un vagabundo y ante su sorpresa hallaron un cadáver, así que lo reportaron inmediatamente a la policía cuando daban las 9 de la mañana del 24 de agosto.

Cerca de las seis de la tarde del 24 de agosto, los tripulantes de dos vehículos se enfrentaron a balazos en la avenidas de los Pinos, pero da el caso de que ambos bandos eran policías; unos escoltas y otros personal de “inteligencia”. Unos viajaban en un Cruze y los otros en un Attitude y murieron víctimas del “fuego amigo” Ulises Vázquez y otro identificado como Ernesto, alias “El Quiroz”.

 

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