Caja Negra: Policías de Soledad, cómplices de los criminales

Por Antonio González Vázquez

María Teresa es agente de la Dirección de Seguridad Pública del municipio de Soledad de Graciano Sánchez y es presunta integrante de una organización criminal: trabajaba para los dos bandos.

Víctor Manuel fue hasta hace poco, también integrante de la policía municipal del gallardista municipio de Soledad y fue detenido por ser parte de un grupo de la delincuencia organizada.

Desde hace más de un década cuando el país arrancó con Felipe Calderón su “guerra” contra el Narco, desde la Conferencia Nacional de Gobernadores se firmó un convenio con la presidencia de la república para someter a examen de control y confianza a todos los elementos y mandos de las policías.

Ese proceso debió concluir en 2012 y ello suponía que por fin estarían los mejores policías y que los reprobados saldrían del servicio público, pero esto nunca ocurrió; la policía no es la mejor preparada y sus vínculos con grupos criminales son cada vez más evidentes.

El ejemplo de la policía de Soledad de Graciano Sánchez donde han gobernado Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona, es más que contundente.

La agente María Teresa fue detenida en el marco de las investigaciones en torno a la ejecución de cuatro adolescentes en la colonia General I. Martínez del pasado sábado, otro de los detenidos, había sido policía en la administración de Gallardo Cardona.

Por si eso fuera poco, en Soledad en los últimos años han sido ultimados agentes de la policía en ajuste de cuentas de parte de criminales con los que hacían equipo.

Tal vez la policía de Soledad sea la más afectada por la intervención del crimen en perjuicio de la sociedad a la que deberían proteger.

Pero el caso es que en su momento, ni Gallardo Juárez ni Gallardo Cardona se ocuparon en cuidar que la policía fuese mejor preparada e integrada con personal profesional y honesto.

Como buena parte de los gobernantes en el país, se da manga ancha a policías y jefes policíacos para que hagan negocio y se enriquezcan gracias a la corrupción y ligar con delincuentes.

Es el caso de San Luis Potosí que con más de siete mil policías en todos los niveles, en la última evaluación de control y confianza vio reprobar al 15 por ciento del total, más de mil. Todos siguen en sus cargos como en el caso de María Teresa, policía que se unió, según la Procuraduría General de Justicia, a los criminales para asesinar personas.

Problemas tan graves como el de la inseguridad y la complicidad de policía con los delincuentes, no forman parte de la agenda diaria de Ricardo Gallardo Juárez quien desde que asumió el cargo estaba ya pensando en la reelección.

Ya lo destapó su hijo porque lo único que les importa es el poder, ese tema de la inseguridad que lo atienda el gobernador o la federación puesto que al clan Gallardo lo que le va es hacer regalos para comprar voluntades y así ganar.

Skip to content