Por Antonio González Vázquez
Ayer fue un viernes negro en lo político y social: los diputados designaron Fiscal Anticorrupción a un ex empleado del gobernador en lo que ha significado una burla más a la sociedad en el tema del presunto combate a la corrupción, mientras que en materia de seguridad, hubo cuatro ejecutados en Ciudad Fernández y Tanlajás.
Viernes negro por terrible y funesto, por las atrocidades de la delincuencia y la engañifa del gobierno y legisladores.
Pero también viernes negro, porque una vez más, la ciudadanía se muestra del todo indiferente frente a lo que pasa. Pareciera que a nadie le importa ya nada, ha desaparecido la capacidad de indignación de la gente. Los ciudadanos se dan la espalda a si mismos.
En la semana fueron ejecutados tres policías y nadie levanta la voz en las corporaciones policíacas. No surge reclamo alguno de ningún sector de la sociedad.
En tres semanas se han acumulado ocho feminicidios y tampoco hay nadie que exija al Estado garantías de seguridad para las damas. Los potosinos guardan silencio, no hay ni exigencia ni reclamo, tampoco acompañamiento solidario a las víctimas.
Recién hemos pasado el año más mortal de la historia y como si nada. 730 homicidios en un año no le dicen nada a la gente, la atemorizan si, pero no le hacen reaccionar contra las autoridades ineficientes, irresponsables, omisas e indiferentes de los tres niveles de gobierno.
Fue un viernes negro: una mujer policía ejecutada con tres disparos en el pecho, su compañero, masacrado con disparos en la cabeza. Agresión impune en Ciudad Fernández.
Fue un viernes negro: dos personas ejecutadas y luego incineradas en el municipio de Tanlajás; los acribillaron y luego los metieron a una camioneta y luego le prendieron fuego.
Viernes negro, un día de los criminales.
En la capital, otra faceta del viernes negro: en el salón de plenos del Congreso del Estado se bajó el telón de la farsa del Sistema Estatal Anticorrupción. El Zar Anticorrupción electo, hasta hace unas semanas, estaba en la nómina de Gobierno del Estado y recibía órdenes desde la Secretaría General de Gobierno. Era el vínculo entre el gobierno de Juan Manuel Carreras y el Poder Legislativo.
Es decir, era empleado del gobernador.
Viernes negro porque la ciudadanía estuvo ausente en la sesión extraordinaria de ayer, nadie se paró a decir un carajo.
El Frente Ciudadano Anticorrupción se evaporó, ayer andaban en otra cosa, se les olvidó la sesión.
Como sea, el hecho concreto es que el de ayer ha sido un día nefasto para San Luis Potosí puesto que los criminales siguen asesinando, mientras que la corrupción se dio ayer un abrazo de complicidad con la impunidad.
Corruptos todos, a celebrar, ya tienen quien los va a proteger.