Antonio González Vázquez
La ejecución múltiple de agentes de las Policía Ministerial ayer por la tarde en la ciudad, representa un golpe contundente más en deterioro a la credibilidad y confianza en las autoridades locales.
Los crímenes se suceden uno tras otro con la misma intensidad que crece el hartazgo social por tanta incompetencia de los niveles estatal y municipal.
Lo cierto es que no parece haber nada que pare la violencia en la capital potosina, el municipio más inseguro y con más ejecutados en el estado; ocupa la posición 67 de 230 con los más elevados índices de seguridad y se ubica entre los cincuenta municipios más violentos en el país y que por tanto tienen atención prioritaria de la Policía Federal y del Ejército Mexicano.
Apenas en la madrugada del miércoles había ocurrido otro homicidio múltiple con la ejecución de tres hombres en la zona de Morales. Días antes, en Soledad se había cometido otro homicidio múltiple cuando ejecutaron a tres más.
Los homicidios múltiples se convierten peligrosamente en la normalidad en la zona metropolitana de San Luis Potosí.
Para los potosinos no deja de ser una afrenta que mientras los criminales actúan con plena libertad y en absoluta impunidad, el alcalde Ricardo Gallardo y el gobernador Juan Manuel Carreras están más ocupados en la planeación electoral de sus correspondientes partidos.
El del clan gallardista organizando mítines políticos para levantar su autoestima y el mandatario actuando como jefe del PRI, palomenado candidaturas a cargos de elección.
Le preocupa más encontrar un candidato a la presidencia municipal capitalina que atender los reclamos de seguridad.
La ejecución de los agentes Ministeriales ocurrió apenas unas horas después de que en la plaza de Armas en un evento, el alcalde y el gobernador compartieron la ceremonia de entrega de patrullas a la Fuerza Metropolitana de Seguridad.
Los dos, Gallardo y Carreras muy sonrientes dando el banderazo de salida de las nuevas patrullas, cuando más bien debieran estar avergonzados por tanta ineficiencia mostrada en lo que lo que llevan de sus administraciones.
Alcalde y gobernador posan para la foto mientras que la ciudad se hunde ante el poderío de los criminales. Por ahí andaba el edil de Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte, pero el tema de la seguridad no es precisamente su fuerte.
A ese alcalde Gallardista se le da más pedir regalos a los Notarios Público para luego repartirlos en populistas eventos. Y claro, si no aceptan la invitación a entregar tales obsequios, se toman represalias contra los fedatarios como en su momento lo denunció el Notario Eduardo Martínez Benavente.
Total que las autoridades están en todo, menos en lo importante que es la seguridad de los ciudadanos.