Antonio González Vázquez
A eso de las tres de la tarde, la familia de Odalis llegó a visitarla. En silencio, en una de las rejas del cercado donde ella murió colocaron un crucifijo de palma de ixtle, de esas que bendicen en la iglesia en días sagrados como el Domingo de Ramos. El cristo de palmilla a lado del vestido blanco que desde hace un mes denuncia la ausencia de Odalis Anahí Hipólito Jiménez.
El Cristo cubierto en la cintura con una telilla en color púrpura acompaña desde ayer a Odalis en el altar mortuorio que le erigieron el once de marzo, el día en que apareció colgada de la estación de transferencia por la calle Vicente Chico Sein.
Ayer cumplió un mes tan trágico suceso, así que su familia la fue a visitar como quien acude al cementerio a platicar con sus muertos. En el panteón se limpia el mausoleo y se le riega y desyerba, se le barre y se le cambian las flores. Así se hizo ayer a eso de las tres de la tarde, mientras el desinterés y la abulia sobre el caso se enraízan en la Procuraduría General de Justicia.
Le quitaron al altar las flores marchitas y limpiaron la reja y la banqueta donde se había derramado la cera de las veladoras que encendieron para el descanso de su alma; le colocaron flores nuevas y llenaron la reja de globos rosas. Pusieron cartulinas y fotografías de ella, de Odalis Anahí que murió cuando apenas tenía dieciséis años de edad.
En las cartulinas en color rosa escribieron algunos pensamientos para ella y le dijeron cuanto la extrañan y cuánto la quieren. Se lo escribieron con la emoción desbordante de quien ha perdido a alguien que ama.
Todos te extrañamos, todos te recordamos.
Todos tus primos y todas tus primas te extrañamos.
Te amamos Odalis, no te olvidaremos.
Hoy hace un mes que estás con Dios.
Queremos que se resuelva tu caso.
¡Nunca te olvidaremos¡
¿Dónde está la justicia?
Tu familia quiere justicia.
¡Un mes sin ti y no resuelven nada¡
Así le escribieron en las cartulinas a Odalis, pero seguramente esos mensajes seguirán ahí como un sentido reclamo que no encuentra respuesta de las autoridades ministeriales.
Con la primera luz del día el 11 de marzo, en ese lugar quedó a la vista el cuerpo inerte de Odalis; pendía de una cuerda en la reja que hoy es altar. Desde entonces, la autoridad que procura justicia no ha dado con la verdad de los hechos.
Por eso, ayer los familiares de Odalis exigieron por enésima ocasión la solución del caso y reclamaron justicia en memoria de la jovencita que en las fotografías aparece llena de vida y esperanza como cualquier potosina de su edad.
