Eduardo Delgado
Este jueves se cumplieron tres años de que una bala perdida le produjo la muerte cerebral a Jair, quien tenía apenas 16 años de edad. Su madre, su padre, familiares, amigos y pobladores le rindieron en su comunidad un homenaje póstumo, que fue también un acto de reclamo a Jorge Vega Arroyo.
En Laguna de San Vicente, poblado del municipio de Villa de Reyes, se festejó con una misa al mediodía a la patrona del lugar “María Auxiliadora”. Enseguida, en el kiosco de la comunidad, localizada a unos 30 kilómetros de la capital, se realizó el evento en memoria de Jair.
El reclamo a Vega Arroyo fue porque cuando presidió la Comisión Estatal de Derechos Humanos “rasuró” la recomendación sobre el caso y ahora al frente de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas se ha negado a cubrir el pago de la reparación económica a que tienen derecho su madre y su padre.
María Delia Martínez Martínez, mamá de Jair, dio un mensaje en el evento para exponer: “Ahorita mi caso lo tiene Vega Arroyo, que desde 2016 lo conoce” y “ahorita que es encargado de víctimas le quitó partes a la recomendación para no repararnos lo que el Estado nos hizo y que le costó la vida a un inocente”, denunció.
Lo dijo en presencia de Jorge Andrés López Espinosa, quien precisamente sucedió a Vega Arroyo en la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Laura Elena, hermana de la madre de Jair, recordó que tras la muerte de su sobrino la familia emprendió un largo camino en demanda de justicia.
A Delia “la revictimizaron en la Comisión Estatal de Víctimas. El actual comisionado fue presidente de Derechos Humanos, conoció la recomendación, no la quiso firmar; ahorita está igual, no quiere hacer una reparación a Delia”, condenó.
Expuso que Vega Arroyo ha asegurado públicamente, ante medios de comunicación, que a la mamá de Jair ya se le pagó la reparación económica, lo que desmintió: “A Delia no se le ha pagado”.
La progenitora de Jair recordó que su hijo “era un niño noble, inocente, con muchas ganas de vivir, con mucho futuro por delante, y todo eso le fue arrebatado por el asesino, pero también por el Estado de San Luis Potosí, por no respetar nuestros derechos humanos”.
En reciente resolución la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la reparación del daño a los padres de Jair, porque el día que la bala impactó en su cráneo, durante las fiestas patronales, no había ningún elemento policiaco para brindarles la seguridad a los pobladores ni tampoco personal médico para atender emergencias, pese a que la comunidad solicitó la presencia policiaca al entonces alcalde de Villa de Reyes, José Piedad Galicia Chiquito.
“Si hace tres años hubiera habido un policía, que se pidió con mucho tiempo, Jair no hubiera muerto”, manifestó la mamá entre sollozos.
“Como víctima no quiero que mi asunto lo tenga Vega Arroyo, porque no hay ninguna seguridad para las víctimas. Desde aquí le digo señor Vega Arroyo sino quiere o no puede ¡renuncie!”, exclamó.
Enseguida presentó “La Fundación Jair”, porque “basta de que se hagan tontos y que nos hagan tontos a las víctimas” y para que a todas las víctimas de jóvenes asesinados “se les haga justicia”.
Finalmente fue develada una placa metálica, que posteriormente será colocada junto al kiosco, en la que se lee: “En memoria de Jair y de todos los jóvenes inocentes que el Estado les falló”.
