Interapas y la morosidad crónica

Por Victoriano Martínez

Cuando desde el servicio público se deja de hacer lo que corresponde, las consecuencias suelen llegar a un punto en el que es toda la sociedad la que resulta afectada.

El INTERAPAS, como organismo operador del servicio de agua potable en tres municipios (San Luis Potosí, Soledad de Graciano Sánchez y Cerro de San Pedro), atiende una necesidad básica y lo hace como un servicio a la población.

Tal condición no representa que deba descuidar la que pareciera ser una exigencia con la que no se quisiera molestar a la sociedad: el pago de una contraprestación.

Las cuotas que se pagan por los servicios que presta el INTERAPAS no son otra cosa que la contribución que cada integrante de la sociedad aporta para que el organismo pueda mantener sus operaciones.

Aunque no es la única fuente de financiamiento del organismo, su importancia está demostrada ante la crisis que enfrenta el INTERAPAS, en la que el boquete dejado en sus finanzas por los usuarios morosos es ya un factor desestabilizador.

El hecho de que existan deudores con más de 40 años de antigüedad muestra que siempre ha habido usuarios poco solidarios con una causa común, como mantener a flote un servicio básico.

Resulta increíble que en el INTERAPAS no hayan sido capaces de regularizar, en su momento, los adeudos con mayor antigüedad que la propia institución.

Una omisión en sus sistemas de cobranza que hoy amenaza con provocar cortes en la energía eléctrica para sus equipos de bombeo por no contar con presupuesto suficiente para enfrentar las crecientes tarifas de la CFE.

Una omisión por tantos años, que hoy convierte en irrecuperable el 38.85 por ciento de su cartera vencida por tratarse de adeudos con más de cinco años de antigüedad.

Una omisión que, al combinarse con el abuso de usuarios del servicio cuya inconciencia y/o poca responsabilidad han impedido que el INTERAPAS cuente con más de 774 millones de pesos más que los que hoy tiene como ingresos.

La responsabilidad de la crisis del INTERAPAS es compartida entre sus directivos omisos y la parte de usuarios irresponsables, con las agravantes que existen en ambos lados: de los usuarios, el abuso de quienes tienen para pagar y no lo hacen; del otro lado, la tolerancia cómplice con esos usuarios.

El reto para la nueva Junta de Gobierno del INTERAPAS es romper con esos dos vicios: no más cobranza negligente y no más tolerancia cómplice con usuarios pudientes.

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