Leticia Vaca
Integrantes del consorcio de las constructoras que llevan a cabo las obras del nuevo brazo del Distribuidor Juárez y el titular de la Junta Estatal de Caminos (JEC), Marco Rosales Vega, fueron llamados por los legisladores de la Comisión de Desarrollo Territorial Sustentable y la Comisión de Vigilancia, para que dieran una explicación respecto al colapso de una parte de la obra.
Los diputados presentes pidieron que se aclarara si existe el riesgo de un nuevo colapso, impacto económico adicional, riesgo para los trabajadores, daño al erario público y al estatus de dicha construcción
Por lo que Rosales Vega y los empresarios, aseguraron que la obra está garantizada, asimismo, que el impacto económico derivado del colapso correrá a cuenta de la empresa, además de garantizar la seguridad de sus trabajadores.
El titular de la JEC, comentó que el colapso se debió a que una situación circunstancial, “un elemento del componente del cimbrado tuvo una flexión; nos dimos cuenta que afectó la estructura modular y fue cayendo gradualmente”.
Detalló que, la obra consta de la construcción de 49 cabezales, de los cuales se han construido 30 sin ningún problema, “porque fue una situación circunstancial, donde nos pudo haber fallado un elemento de la estructura del cimbrado”.
Dijo además que, los costos serán asumidos por las empresas responsables de la obra, por lo que mencionó que no habrá daños al erario público. En cuanto a sanciones para la empresa, justificó que, por tratarse de una obra no terminada, no se puede aplicar ninguna sanción, ya que es un proceso donde la empresa debe hacerse responsable de las pérdidas.
Aparte, Fernando Sánchez, uno de los constructores, al ser cuestionado respecto a las fallas, se limitó a responder que se trató de una cuestión “circunstancial”, y aseguró que se terminará en el tiempo acordado, en julio de 2019.
“Estamos en la etapa de continuar y hacer reforzamientos adicionales a la cimbra (…) es un proyecto calificado al 100 por ciento y no tenemos ningún problema en resolver”.