Ciudad de México (02 de agosto de 2016).- Normalmente, los ratos libres del instituto son para estar con los compañeros, descansar de las clases o tomar algo. Sin embargo, estos tres jóvenes estudiantes mexicanos de 17 y 18 años prefirieron utilizar ese tiempo de recreo para realizar algunos experimentos en los laboratorios de su centro. Con conocimientos básicos sobre la química, han conseguido dar respuesta a uno de los mayores problemas de contaminación.
Inspirados en un proyecto desarrollado por una joven de Turquía, Aranza Meza, Israel Hernández y Edmundo Balderas utilizaron los restos de cáscaras de plátano para conseguir un plástico capaz de degradarse mucho más rápido que el plástico normal. Se trata de una aplicación perfecta para gestionar un residuo agrícola que probablemente no tendría otra finalidad que acabar en una planta de basura.
Los productos que hacen posible la creación de plástico biodegradable son, además de la cáscara de plátano, la fécula de maíz, el vinagre y la glicerina. Al cabo de 24 horas al sol esta mezcla se convierte en un material plástico. Como pueden ver, se tratan de productos baratos. Con apenas dos cáscaras de plátano se pueden crean placas de 50 por 50 centímetros con un costo total que no pasa de 14 pesos (0,76 dólares).
Hasta ahora, los chicos han desarrollado bolsas resellabes, forros para libretas y tapas. Desde luego, puede tratarse de una salida perfecta para las empresas productoras de plátanos, al menos lo es para esa parte de la producción que no puedan sacar a la venta de manera habitual. Esto es clave para el desarrollo sostenible de este cultivo, contribuyendo de forma eficaz con el medio ambiente.
Fuente: Conéctica. (Por Mauro D.)