Abren andador de Isabel la Católica en el Edificio Ipiña

María Ruiz

La suntuosidad y el profuso gusto por el arte neoclásico francés se manifestaba en todas sus formas, en uno de los palacios más representativos de la ciudad como lo es el Edificio Ipiña.

Una obra del ingeniero Octaviano Cabrera, construida de 1906 a 1912, el cual cuenta con tres pisos en su parte central y comprende casi toda una manzana. Desde el año 2020 estuvo sometido a diversas restauraciones, entre ellas la calle Isabel La Católica, que se ubica en el centro de la manzana y conecta de norte a sur.

Dicha calle fue abierta al público esta semana como parte de un atractivo visual del Centro Histórico, la cual forma parte un proyecto de inversión hotelera y restaurantera que se hicieron presentes en esta zona.

Este andador rehabilitado expone su esbelta y armoniosa estructura arquitectónica de riolita, la cual se integra a la composición del edificio inspirado en la avenida Rivolil en Francia.

Este pasillo, ubicado entre la avenida Venustiano Carranza y la calle Álvaro Obregón, forma parte los 5 mil 922 metros cuadrados que abarca el edificio de estilo neoclásico francés.

Según la información recopilada por el Archivo Histórico del Estado, en un comienzo la planta superior sirvió como un área de departamentos, donde incluso el señor Encarnación Ipiña y el ingeniero Cabrera residieron.

Por otro lado, la planta baja conforma un espacio de las arcadas y este había sido destinado para comercios de distintos rubros y oficinas, espacios que hoy en día permanecen con algunas modificaciones y restauraciones en sus interiores.

Actualmente el Edificio Ipiña es una estructura arquitectónica considerada como uno de los espacios comerciales más representativos de la entidad, que exhibe el crecimiento económico del San Luis del siglo XX y la innovación por la construcción de espacios dirigidos para las actividades comerciales, de negocios y de vivienda que representan a todo un siglo de historia.

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