Acciones contrastantes en la Sierra de San Miguelito

Por Victoriano Martínez

La relación de los habitantes de la ciudad con la Sierra de San Miguelito es de muy alto contraste: de un lado los grandes fraccionadores que utilizan su poder económico para la depredación inmobiliaria, y del otro comuneros, ejidatarios y propietarios que, con mayor impulso a partir de la declaratoria de Área Natural Protegida, se organizan para preservarla.

La depredación que encabezan los primeros les ha valido el mote de barones del concreto o barones del cemento, que para el caso es lo mismo: cubrir la Sierra con residencias de lujo y calles pavimentadas que impiden las filtraciones de agua hacia los tres mantos acuíferos que se alimentan en esa zona.

No se trata de un daño menor, ya que esos mantos acuíferos son los que aportan el agua que se extrae a través de los pozos que abastecen la gran mayoría de las viviendas de la ciudad.

Del otro lado, las acciones de quienes históricamente han habitado la Sierra de San Miguelito se comienzan a alinear con el objetivo que se planteó en el Plan de Manejo puesto a consulta en abril del año pasado, que dice:

Proteger y conservar los ecosistemas de zonas áridas, matorrales, bosques y pastizales que caracterizan al Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de San Miguelito, así como su biodiversidad y los recursos genéticos que alberga, para preservar el equilibrio ecológico y la continuidad de los procesos evolutivos, además de mantener los servicios ambientales que genera, impulsando el desarrollo sustentable de las comunidades de esta Área Natural Protegida.

El programa televisivo México biocultural, del Canal Once, presentó anoche un documental titulado “Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de San Miguelito” sobre las actividades que se desarrollan en esa área natural protegida.

Prácticamente se abarcan ejemplos de actividades relacionadas con los seis subprogramas que se plantearon en la propuesta de Plan de Manejo: (1) de protección, (2) de manejo, (3) de restauración, (4) de conocimiento, (5) de cultura y (6) de gestión.

Destaca el caso de los programas de restauración del suelo a través de presas filtrantes y tinas ciegas que se aplican por diversas zonas del área natural protegida para favorecer tanto la filtración del agua, la recuperación del suelo y la captación de las 21 presas (aunque en el documental se habla de 15) que se encuentran dentro de la Sierra de San Miguelito.

Uno de estos programas de restauración del suelo se puso en práctica únicamente por mujeres que se organizaron para participar en la convocatoria que se lanzó para este tipo de acciones:

“Cuando anduvimos metiendo la solicitud para este proyecto nos decían es que las mujeres no pueden, no pueden, y mire, ahora se quedan admirados, se quedan admirados que sí pudimos y sí podemos”, expresó María Gloria Cleto, participante en el proyecto.

En esa parte del documental, es donde el video muestra el más alto contraste en la relación del humano con la Sierra de San Miguelito. Mientras ellas reacomodan piedras para ayudar a la naturaleza a recuperar su suelo, desde varios puntos de la ciudad se pueden ver los cerros al sur poniente invadidos de construcciones con el efecto totalmente opuesto.

Mientras los habitantes de la Sierra ven en la declaratoria de área natural protegida la oportunidad de preservarla y reforzar sus actividades tradicionales, los barones del concreto no cesan con litigios en el Poder Judicial de la Federación para buscar revertir la protección ambiental.

Otro de los contrastes es que en el documental se exhiben actividades en las que se aprovecha lo que la Sierra de San Miguelito produce sin necesidad de depredarla, y se muestran algunos ejemplos.

La producción de jabones por parte de la Asociación de Tuneras Las Reynas, cuya labor expusieron en el Primer Festival Sierra de San Miguelito en diciembre de 2022; la producción de artesanías con sotol en la Comunidad Suspiro Picacho; la preservación del maíz criollo, y hasta la localización y ubicación de sitios con pinturas rupestres.

Es claro que en el ANP Sierra de San Miguelito es necesario que se multipliquen esas acciones de protección, de manejo, de restauración, de conocimiento, de cultura y de gestión que se plantean en su Plan de Manejo, pero también lo es que éste sea decretado para fortalecer y ampliar todo ese tipo de acciones.

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