María Ruiz
Víctor Hernández, miembro del colectivo Pedaleando San Luis y defensor del derecho a una movilidad accesible y sustentable, ha denunciado públicamente las irregularidades y deficiencias del proyecto del paso a desnivel en la intersección de las avenidas Himalaya y Alpes, en San Luis Potosí.
Según Hernández, el diseño final de la obra no coincide con los planos y renders previamente presentados por la Dirección de Obras Públicas Municipal.
“El diseño que se expuso y lo que finalmente se construyó son muy distintos, pero aún en su versión ideal, esta obra estaba destinada a beneficiar solo a los automovilistas, ignorando completamente a ciclistas y peatones”, afirmó.
Para el activista, esta situación es inaceptable, sobretodo cuando existen necesidades más urgentes en términos de movilidad urbana que el Gobierno Municipal ha optado por ignorar.
Detalló que, de acuerdo con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, los gobiernos locales tienen la obligación de asignar recursos y ejecutar proyectos que promuevan una movilidad inclusiva priorizando a peatones, ciclistas y el transporte público sobre los vehículos particulares.
Sin embargo, el Ayuntamiento de San Luis Potosí ha hecho caso omiso a estas disposiciones al priorizar a los automovilistas en la planeación de sus proyectos.
“Es evidente que el Gobierno Municipal no está cumpliendo con su deber de crear infraestructura que realmente responda a las necesidades de movilidad de todos los ciudadanos. La ley no es opcional, pero han optado por seguir centrando sus esfuerzos en proyectos que benefician a los conductores y relegan a quienes deberían estar en el centro de la planificación urbana”, enfatizó.
Debido a esto, el colectivo Pedaleando San Luis llevó a cabo un análisis detallado de los renders oficiales con uso de la herramienta The Arrogance of Space Mapping Tool.
Según los expresado por Víctor, los resultados fueron alarmantes: en el primer render, un 44 por ciento del espacio estaba destinado a los vehículos, solo un ocho por ciento a peatones y un 16 por ciento a áreas verdes. No se había destinado ningún espacio para ciclistas.
En el segundo render, que mostraba los pasos peatonales, el espacio para automóviles se reducía a un 12 por ciento, mientras que el destinado a peatones aumentaba al 34 por ciento, pero nuevamente no había consideración para los ciclistas.
“Es inaceptable que, incluso en los diseños preliminares, no se haya contemplado ni un solo espacio para los ciclistas. Esto demuestra que la obra nunca tuvo como objetivo promover una movilidad inclusiva”, afirmó.
La obra final, según una foto compartida por el municipio, muestra una distribución aún más preocupante del espacio.
El análisis de Pedaleando San Luis reveló que un 63 por ciento del área está destinada a los automóviles, mientras que solo un ocho por ciento es para peatones, un 11 por ciento para edificios y un siete por ciento para áreas verdes. Además, un 11 por ciento del espacio queda inutilizado, por lo que se considera como “espacio muerto”.
“Desde el principio este proyecto fue concebido para los automovilistas, por lo que el resultado final no es sorprendente, pero sí profundamente decepcionante. Lo prometido y lo entregado no son tan diferentes; el problema es que la planificación inicial ya era deficiente y poco alineada con los principios de movilidad sostenible”, explicó.
Víctor Hernández hizo un llamado urgente al Ayuntamiento de San Luis Potosí para que adopte políticas de movilidad verdaderamente inclusivas.
“Es inadmisible que, en pleno 2024, sigamos viendo proyectos que priorizan a los automovilistas a costa del bienestar de la mayoría. Es hora de abandonar esta mentalidad obsoleta y empezar a planificar una ciudad para las personas, no para los vehículos”, subrayó.