María Ruiz
Agricultores y ganaderos del municipio de Villa de Reyes enfrentan un panorama complicado debido a la sequía severa que dañó la producción del campo de esta localidad.
Señalaron que padecen las mismas problemáticas que en las tierras de cultivo del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, en donde han tenido que vender sus terrenos a fraccionadores para poder subsistir ante la prolongada temporada de estiaje.
Ante este contexto, Pedro Jesús Grimaldo Aispuro, productor de campo y miembro de una sociedad de riego agrícola “El Jardín”, se manifestó con otro grupo de productores en las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para reclamar la detención de subsidios agropecuarios en apoyo al campo.
“Nos han detenido varios subsidios, entre ellos para el rebombeo del agua para el uso agrícola, lo que nos causa una inconformidad, porque esta Secretaría señala que la orden es desde la autoridad federal, que pide regularizar el padrón de beneficiarios”.
Grimaldo Aispuro remarcó que por ello se presentaron en las oficinas de esta dependencia, para hacer valer los programas de acción por el cambio climático, pues la Ley de Desarrollo Rural Sustentable y la Ley de Aguas Nacionales obligan a la Sader a activar este sistema, más aún con la coyuntura actual que enfrentan 49 municipios del estado que sufren la escasez de agua.
“Esto agudiza el tema de la sequía, que nos ha estado afectando y que como otros municipios, obliga a otros productores o agricultores a vender sus tierras al sector de la construcción. Es un problema que se registra desde hace dos años, en donde se ha bajado la producción”.
Enfatizó en que el activar el rebombeo les puede ayudar a mitigar los estragos de la sequía, aunque no es una acción que les permita recuperar la cosecha de todo un año.
“La sequía en estos dos últimos años ha ido incrementando; ya se perdieron tres cultivos invernales de avena porque no ha habido lluvias, hemos perdido hectáreas de chile, y esta falta de rebombeo por parte del Sader es una barrera y nos niega el vital líquido para hacer efectivo el desarrollo rural sustentable”.
