Aguas del Poniente: ¿qué negocia con el alcalde?

Por Victoriano Martínez

A cinco meses y medio de que se anunció, desde la cortina de la presa El Realito, la crisis hídrica para la ciudad, por primera vez el alcalde Enrique Galindo Ceballos informa sobre un diálogo del gobierno municipal con Aguas del Poniente Potosino para apoyar con la disposición de un pozo para abastecer de agua a la población de Escalerillas.

Un diálogo que, a decir del alcalde, incluye la búsqueda de un acuerdo para que Aguas del Poniente pague el adeudo que tienen pendiente con el Interapas.

Ni de chiste mencionó que en las pláticas se incluyera el reclamo de la contraprestación fijada en el acuerdo de Cabildo (página 15) que otorgó la concesión el 23 de diciembre de 2008 y que por más de 14 años ocho meses, que hoy se cumplen, no ha pagado a pesar de ser causal de cancelación

Una política discriminatoria y clasista que a quienes padecen la escasez del líquido les advierte que, aunque no reciban el servicio lo tienen que pagar, en tanto que a quien lucra con el agua de la ciudad en condiciones de privilegio para prestar un servicio al cien no le exige la obligada contraprestación y tímidamente le pide apoyo para enfrentar la crisis que esa situación contribuyó a volver grave.

Tuvieron que pasar cinco meses y medio para que Galindo Ceballos por fin se pudiera reunir con los directivos de Aguas del Poniente, a pesar de que ese encuentro tenía la urgencia de enfrentar una crisis de abastecimiento de agua con un Plan Emergente que necesariamente requería de todos los recursos disponibles, incluidos los dos pozos que explota la concesionaria.

“Con Aguas del Poniente entramos en diálogo en dos momentos, en dos cosas diferentes, una de ellas la deuda que tienen con Interapas, que yo creo que va avanzando bien, al menos hay voluntad, han atendido y han acudido a los llamados; y la segunda es proporcionar agua a Escalerillas”, explicó el alcalde.

Si un usuario, de esos de la inmensa mayoría que padece no contar con el servicio, al momento en que le niegan el agua con pipa por no tener su recibo al corriente les dice que tiene voluntad de pagar, ¿será suficiente para que le llenen su tinaco o cisterna?

Un rasero diferenciado en el que a Aguas del Poniente no sólo no le cobran la contraprestación no cubierta por 176 meses, sino que parecen suplicarle hasta por tener una reunión con sus directivos, que parece que finalmente en los últimos días se dignaron a tener un diálogo.

¿Cuántas veces se ha reunido el alcalde con los directivos de Aguas del Poniente Potosino? Cualquier persona tendría que poder saberlo simplemente con consultar la agenda de Enrique Galindo Ceballos en la Plataforma Estatal de Transparencia, pero se trata de una más de las obligaciones de transparencia que se simula cumplir.

Si fuera real la información que sobre su agenda se publica, da cuenta de ser un alcalde que casi no tiene contacto con la población ni organizaciones de la sociedad civil o empresas, salvo actos protocolarios propagandísticos y uno que otro con alguna cámara empresarial.

Seguramente se trata de omisiones fundadas en esa enquistada vocación de opacidad, porque en los últimos días se ha visto a los directivos de Aguas del Poniente sostener reuniones prolongadas en la Unidad Administrativa Municipal.

El hecho es que el alcalde se limita a declarar públicamente sólo lo que cree conveniente, falta a sus obligaciones de transparencia y a la defensa del patrimonio municipal de quien ha explotado un servicio que constitucionalmente sólo lo puede dar el ayuntamiento y ante la concesión debe corresponder con la prestación establecida.

Un trato condescendiente que pone en duda la convicción con la que en distintos momentos Galindo Ceballos se ha pronunciado por recuperar la zona concesionada y por no renovar la concesión, dado que resulta una coincidencia preocupante que, a cuatro meses de la renovación, ahora sí se abren al diálogo.

Los antecedentes sobre la forma en que el grupo empresarial tras Aguas del Poniente antepone sus lucrativos intereses cubren con un amplio manto de sospecha sobre lo que realmente se negocia en ese diálogo, sobre todo porque pedir apoyo para abastecer de agua a Escalerillas y acordar el pago del adeudo por drenaje se quedan muy cortos contra todo lo que la empresa le debe a la ciudad.

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